- El objetivo prioritario de buscar los restos de Joaquín Beltrán se ampliará en el tiempo y a una quinta área de los restos del vertedero deslizado hace un año en Zaldibar. Así lo desveló ayer el vicelehendakari y consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, siempre y cuando no se encuentren en los dos sectores que se van a cribar a partir de primeros de marzo, una tarea que presumen se demorará hasta mediados de abril.

Erkoreka acudió ayer al propio vertedero en compañía de la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, y de los alcaldes de Zaldibar, Ermua y Eibar, para contemplar in situ las labores de rastreo que continúan tras hallar en agosto pasado los restos del otro trabajador fallecido por el desprendimiento de la escombrera, Alberto Sololuze.

Una labor que ha supuesto en este año transcurrido la excavación de 525.000 metros cúbicos (m3) de residuos para la estabilización del vertedero, de los cuales 372.000 m3 se han rastrillado y cribado al detalle, o lo que es lo mismo, 60.000 m3 más que todo el terreno que se tuvo que extraer para abrir hace tres años el canal de Deusto, 312.000 m3.

Erkoreka detalló aspectos desconocidos del proceso de búsqueda que ya ha cubierto las dos primeras de las cuatro zonas catalogadas como prioritarias en el rastreo, denominadas B1A y B4S. En esta intervención iniciada el 9 de octubre “se han cribado 114.000 m3 de residuos”, especificó el vicelehendakari en una minuciosa labor realizada por la policía científica y la unidad canina de la Ertzaintza. Toda esta ingente cantidad de material ya se ha traslado a las celdas de seguridad para su sellado.

“El examen ha sido metro a metro cúbico”, incidió Erkoreka, a la vez que informó de que también se encontraron los restos del vestuario de las instalaciones en diciembre. Ello supuso que los especialistas de la Policía vasca hayan analizado “cada prenda y cada enser hallado para descartar que pertenecía a Joaquín Beltrán”. Este hallazgo y el protocolo que se activa cada vez que se encuentra un resto sospechoso de pertenecer al operario desaparecido, implicó que se paralizara el proceso de rastrillado y se haya prolongado en el tiempo todo el proceso de análisis un mes más.

Ahora resta acometer la búsqueda en las otras dos áreas prioritarias, específicamente, la B1B y la B1C. Son dos secciones de vertedero mucho más reducidas en tamaño que las dos primeras y en las que “tenemos la esperanza viva de poder encontrarlo”, especificó Erkoreka.

En la primera zona es donde se encuentra enterrado el pozo donde se lavaban los camiones antes de salir de la escombrera. Los técnicos geólogos estiman que, si Joaquín se movió hacia la zona donde estaba su compañero Alberto Sololuze, la característica de deslizamiento (como una ola al llegar a una playa) que caracterizó el derrumbe de la escombrera puede suponer que sus restos se encuentren en ese punto de lavado. La estimación con la que trabaja el operativo es que se van a tener que analizar minuciosamente 12.000 m3 de restos que se sumarán a otros 10.000 más en la segunda zona, la B1C, si las tareas de búsqueda en la primera son infructuosas.

Pero antes de iniciar esta labor detectivesca hay que asegurar las dos áreas de trabajo para evitar que se generen desprendimientos desde arriba y cause un mal mayor. Esa es la labor de estabilización en la parte superior que ya se ha iniciado y que se prolongará durante todo este mes.

Según especificó la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, las excavadoras, bulldózeres y camiones “van a retirar en total unos 140.000 m3” de vertidos y tierra mezclados, 40.000 de los cuales ya han sido trasladados. El resto, ubicados en la segunda franja del desmonte, se sacarán a lo largo del presente mes.

Y en caso de que toda esta labor resulte baldía y no salgan a la luz los restos del trabajador desaparecido, el operativo ha decidido sumar una quinta área de rastreo, ubicada en la parte alta de la zona B4S.

“Hemos podido sortear todas las dificultades y hemos conseguido entregar a la familia de Alberto Sololuze sus restos mortales. Es muy importante hacer lo mismo con la familia de Joaquín y que puedan encontrar sosiego”, indicó Erkoreka, que subrayó sigue siendo “una prioridad del Gobierno Vasco”.

Seguridad. En los 365 días transcurridos desde que ocurrió la catástrofe medioambiental de Zaldibar, las máquinas y el operativo desplegado solo faltaron a la cita en cinco jornadas. Arantxa Tapia dio a conocer que los cuatro días clave de Navidad y un jornada de intensa lluvia en septiembre fueron los únicos en los que dejó de trabajar un dispositivo volcado en su labor que se efectúa mientras haya horas de luz. Josu Erkoreka quiso agradecer el trabajo realizado por todos los implicados, desde los operarios que estabilizan el terreno hasta los especialistas de la Ertzaintza y del 112 que buscan los restos del trabajado desaparecido.

525.000 m3

En este año el operativo de búsqueda ha excavado 525.000 m3 de residuos para la estabilización del vertedero.

Dos depósitos

Ya se han desarrollado dos depósitos de seguridad para los residuos generados durante el trabajo de este año, uno de 120.000 m3 de capacidad y otros de 325.000 m3.

Inicio sellado

En el trabajo acometido se incluye el sellado provisional de dos zonas superiores del vertedero mediante arcillas.

94.500 horas

El dispositivo desplegado ha implicado este año un total de 75.000 horas de trabajo de mano de obra y otras 19.500 de ingeniería especializada.

Demora

En diciembre se retrasó el cribado de residuos tras hallar los vestuarios del vertedero con numerosa ropa y enseres que hubo que analizar uno por uno.

“Tenemos la esperanza viva de poder encontrarlo en las dos zonas que restan”

Vicelehendakari y Consejero de Seguridad

“La calidad del aire en todo el entorno ahora es total tras el incidente de diciembre”

Consejera de Medio Ambiente