- El joven condenado por la muerte de Asier Niebla -quien falleció en 2018 en Donostia tras ser golpeado por la expareja de una chica con la que conversaba- ha presentado una querella criminal por un presunto delito de falso testimonio contra dos testigos que declararon en el juicio.

El acusado fue condenado el pasado viernes a doce años y once meses de cárcel por la Audiencia de Gipuzkoa, después de que un tribunal del jurado lo declarara responsable de un delito de homicidio con la agravante de género, sin tener en cuenta la atenuante de entrega voluntaria que había pedido la defensa.

La querella presentada ahora por el procesado, se dirige contra el agente de la Guardia Municipal de Donostia que instruyó el atestado policial, así como contra el portero de un bar donostiarra que fue testigo directo del incidente.

En el caso del policía, la querella entiende que su declaración ante el jurado fue “dolosa e intencionada”, ya que todas sus “manifestaciones” fueron “encaminadas” a probar que el imputado “no se entregó voluntariamente, que era plenamente conocedor de lo que había hecho y que tenía planificada” la agresión “al presentarse en dependencias policiales acompañado de un abogado”.

Según el escrito, estas declaraciones ante un jurado popular, que carece de “un conocimiento jurídico”, pueden generar “unos juicios de valor que condicionen sus decisiones” e implicaron que el acusado se viera privado de la atenuante de “entrega voluntaria”, cuando es “incierto” que se presentara en las dependencias policiales “acompañado de un letrado” y que la Guardia Municipal lo tuviera “perfectamente identificado” y localizado, como sugirió el policía.

El documento rechaza también que el procesado acudiera a la comisaría “por temor a ser detenido”, pues aún no tenía “conocimiento del alcance de sus actos y menos de la gravedad de las lesiones de Asier Niebla”.

En cuanto al portero del bar, la querella cuestiona su versión, según la cual el inculpado golpeó a Asier Niebla “por la espalda” y pone de relieve que es el “único” de los presentes en el lugar “que manifestó que las posiciones y direcciones” de las personas involucradas eran “distintas” a las que expresaron “el resto de testigos”, como la exnovia del acusado, que dijo que el golpe fue “en la cara”.

El texto reprocha también al portero que mantuviera su “declaración falsa, hasta el punto de intentar justificar que el golpe se propinó por detrás”, y que después la víctima cayó “de arriba abajo” para “al final darse la vuelta y caer de espaldas”, en una versión “que no solo es incierta sino que ni en un relato de ciencia ficción se podría sostener”.

“Pero la realidad es que dichas declaraciones dieron lugar, cuando menos, a generar una duda en cuanto a la intencionalidad de los actos -del acusado- y en cuanto a la dinámica de la agresión”, explica la querella, que recuerda que el delito de falso testimonio está castigado con penas de uno a tres años de prisión y multa de seis a doce meses en caso de haberse producido en el contexto de una “causa criminal”.