- La escalada de contagios después de navidades no ha sumergido a Euskadi en la tercera ola, según la consejera de Salud. "Hablamos de una nueva etapa de la segunda ola que todavía no estaba cerrada. Lo que nuestros expertos han detectado es que se repite el patrón de la primera ola a un ritmo más ralentizado", matizó. En ese contexto, subrayó que se preveía que las navidades impactaran en los contagios. "El contexto sí hacía previsible un incremento de casos. No nos podemos abstraer de lo que esas fechas suponen", manifestó.

A su juicio, "las medidas adoptadas pretendían minimizar el número de contagios. La única flexibilización fue que se permitió una limitada posibilidad de moverse para reunirse, como es tradicional en estas fechas, pero siempre se pidió restringir la movilidad", enfatizó Sagardui, saliendo al paso de que el Gobierno Vasco hubiera abierto demasiado la mano en Navidad. "Sin las medidas adoptadas, la situación sería mucho peor", resumió.

Dada la tendencia al alza, el LABI del pasado lunes volvió a endurecer las restricciones. "El escenario es muy diferente al de hace tres semanas. Entonces estábamos en un número decreciente pero como la interacción era inevitable por la sucesión de días festivos, el objetivo de las nuevas medidas es reducir la transmisión cumpliendo la prevención, reduciendo la movilidad y fomentando burbujas estables". Igualmente destacó que los cierres quirúrgicos de localidades en zona roja, con más de 500 casos de COVID por 100.000 habitantes, resulta útil para actuar en función de la situación de los municipios más afectados.

Finalmente, destacó la gran aceptación de la campaña de vacunación de la gripe "tanto entre los ciudadanos como el personal sanitario". Y declaró que, de momento, no hay constancia de circulación gripal en nuestro medio. "Suele suceder a la vuelta de las fechas de Navidad, y eso puede ser por las medidas preventivas adoptadas y por el gran número de vacunaciones".