- La nieve y el frío están siendo los protagonistas las últimas jornadas en Euskadi. Pese a lo bucólico de las estampas que dejan tras de sí las nevadas, lo cierto es que generan problemas principalmente en el tráfico, si bien no llegamos a ver, al menos ayer, La Concha nevada, y la nieve se quedó en el interior.

Los puertos guipuzcoanos de Elosua y Karabieta y el alavés de Orduña permanecían ayer cerrados por nieve y hielo, y en los de Bernedo, Opakua y Herrera, en Álava, solo podían circular los turismos con cadenas, aunque según los datos del Departamento de Seguridad no se dieron especiales problemas en las principales carreteras de la Comunidad Autónoma Vasca. Euskadi, por virtud de la borrasca Filomena, sigue en alerta amarilla por nieve y el aviso amarillo por heladas de mantiene al menos hasta mañana lunes.

Según informó el departamento de Seguridad del Gobierno Vasco existe riesgo de heladas de débiles a moderadas en el interior entre las 00.00 y las 10.00 horas y entre las 18.00 y las 24.00 horas de mañana.

Tampoco se descarta que en la jornada de hoy, como ayer de forma muy tímida, pudiera caer algún copo de nieve a nivel del mar, aunque en el interior del territorio la nevada fuera ya ayer importante en municipios como Zumarraga.

La cara más amable del temporal vino, como es habitual, de la mano de los más pequeños, que pudieron disfrutar ayer de una jornada de diversión.

Por contra, quienes tenían previsto hacer uso del tren en sus desplazamientos se encontraron con la imposibilidad de hacerlo, ya que el tránsito ferroviario con Madrid, por ejemplo, quedó interrumpido desde la mañana. Tampoco salieron vuelos desde Hondarribia hacia Madrid y los autobuses dejaron de prestar servicio a varios destinos.

Pese a los reiterados avisos, hay quien todavía de forma imprudente se atreve a subir al monte con unas condiciones meteorológicas adversas. Ayer el equipo de montaña de la Er-tzaintza, con apoyo de la Cruz Roja de Bizkaia, tuvo que acudir al Anboto a buscar a un montañero desorientado al no poder descender.

Todo aquel que se animó a salir a la calle también pudo sufrir en carne propia los efectos de las bajas temperaturas, que en el caso de Miramon llegaron a ser de 0,6º bajo cero.

Hoy, la cota de nieve pasará de los 100 metros de madrugada a los 300-500 en las horas centrales del día y a 200 metros por la noche, y las temperaturas no registrarán cambios o solo un ligero ascenso.