- La circular remitida por la directora de un centro de día de Oiartzun a las familias de los usuarios, dejando en evidencia su contraria posición a la vacunación contra el COVID-19, ha despertado un auténtico terremoto en Gipuzkoa, donde la vacunación en las residencias comenzo a cuentagotas antes de que finalizara el año.

Sin embargo, desde la Diputación insisten en lanzar un mensaje de tranquilidad. Un día después de conocerse la circular, la institución foral subrayó que "se garantizará el derecho a la vacunación de todos los usuarios" de los centros de mayores del territorio.

En este sentido, recordaron que la decisión de inmunizarse es "un derecho y una decisión personal".

Y en este mismo mensaje volvió a insistir ayer el Ejecutivo foral, que expuso que los directores de los centros pueden tener sus propias opiniones en torno a la vacuna, pero son los usuarios quienes deciden si quieren vacunarse o no. "Y en aquellos casos en los que por su enfermedad no pueden tomar esta decisión, son los tutores legales -figura que suele recaer en familiares directos- de estas personas las que deciden", añadió.

No obstante, la Diputación quiere reunirse en próximas fechas con los familiares del centro de día oiartzuarra Aiton-Etxe, un encuentro para el que todavía no hay fecha pero que se espera que se produzca si no es esta semana, la que viene. La cita servirá para aclarar las dudas que tengan los familiares de los usuarios y, para ello, participarán también responsables del área de epidemiología de Osakidetza.

Por el momento, el Departamento de Salud no ha establecido el protocolo de vacunación para los centros de día de Euskadi, por lo que no se conoce ni cuándo comenzarán las inmunizaciones ni dónde se llevarán a cabo, si en los propios centros o en los ambulatorios.

Por su parte, la dirección del centro Aiton-Etxe aclaró ayer, mediante un comunicado, que "en ningún momento" ha "negado" el derecho a vacunarse de los usuarios, sino que ha optado por informar a los usuarios "con datos objetivos" sobre este medicamento. "El principal motivo es que es un producto que aún está en fase experimental, fase que a partir de este momento se continuará experimentando con la población", señalaron. "Cualquier vacuna requiere ser investigada entre 4-10 años, pero no unos pocos meses como es el caso. No es una vacuna producida a partir de virus atenuados, como se ha hecho hasta ahora con las vacunas, sino que se usa una terapia génica nunca usada antes en vacunas. La FDA (la agencia del medicamento de Estados Unidos) no ha autorizado este producto como vacuna, sino como medicamento para uso de emergencia", agregaron.

El texto de Aiton-Etxe insiste en que "los estudios mencionados en el documento de Pfizer-BioNTech se han realizado con personas sanas" y que "no hay experiencia suficiente en personas con enfermedades crónicas y pluripatología, como son un alto porcentaje de los usuarios de centros de día".

La dirección de Aiton-Etxe dice que solo ha informado de que se trata de un medicamento que está en fase experimental