- Los Mossos d’Esquadra detuvieron ayer a dos personas e investigan a cinco más como presuntas organizadoras de la rave en una nave abandonada de Llinars del Vallès (Barcelona) que empezó en Nochevieja y que la policía desalojó ayer sábado. Fueron arrestados como presuntos autores de un delito de desobediencia grave a los agentes, según informó la Policía catalana en un tuit.

Los Mossos intervinieron los equipos de sonido y material de la fiesta, y organizaron un dispositivo para identificar a los participantes y practicar tests de alcoholemia y drogas.

El director general de los Mossos, Pere Ferrer, explicó que los asistentes se enfrentan a sanciones de hasta 3.000 euros, mientras que para los organizadores la multa puede alcanzar los 600.000 euros “por incumplir la normativa” para prevenir contagios del COVID-19.

El desalojo de la macrofiesta ilegal, que renió aproximadamente a 300 personas, comenzó ayer a las 12.00 horas cuando decenas de furgones de los Mossos intervinieron en el recinto. La entrada de la policía en el interior provocó, en un primer momento, tensión entre los participantes de la fiesta y los agentes porque los organizadores habían colocado unas grandes piedras en los caminos de acceso a la nave para dificultar la acción de los agentes.

Algunos participantes se fueron voluntariamente, pero otros se negaron a abandonar el lugar.

La fiesta rave ilegal empezó a celebrarse durante la tarde del pasado día 31 de diciembre en una nave abandonada de Llinars y estuvo activa más de 40 horas.

En un primer momento, los Mossos d’Esquadra no quisieron desalojar por “criterios de oportunidad, congruencia y proporcionalidad” y para evitar con ello graves incidentes, aunque posteriormente anunciaron que lo harían en cuestión de horas.

La fiesta, que estaría organizada por un grupo extranjero, según el alcalde de Llinars, Martí Pujol, provocó el choque entre los departamentos de Salud, liderado por Alba Vergés (ERC), que exigió el desalojo inmediato, e Interior, con Miquel Sàmper (JxCat) al frente. También Fesacarm, patronal del sector del ocio nocturno en Catalunya, pidió al Govern “contundencia” contra la rave.

Por otra parte, la candidata de JxCat en las próximas elecciones catalanas, Laura Borràs, consideró “inaceptable e indignante” que no se procediese hasta ayer al desalojo de la fiesta, la cual fue denunciada por los vecinos de la zona sobre las 21.00 horas del mismo día 31 y que, según algunas fuentes, sus asistentes querían alargar hasta el día 4 de enero.

2.500 personas en Bretaña. La fiesta clandestina de Nochevieja que reunió a unas 2.500 personas en una nave industrial de la localidad de Lieuron, a unos 45 kilómetros de Rennes, infringiendo todas las reglas para evitar la propagación del coronavirus, terminó ayer de madrugada, con controles policiales a la salida.