- Después de la administración simbólica de 405 dosis el pasado domingo en tres residencias de Euskadi -entre ellas la de Betharram en Hondarribia-, ayer comenzó la vacunación masiva contra el COVID-19 en la CAV y lo hizo en "medio centenar de residencias", según comunicó el Departamento de Salud, sin dar más detalles al respecto. De hecho, se desconoce cómo se han repartido por territorios las 16.000 vacunas de Pfizer que la empresa Bexen Medical de Hernani almacenó el martes para repartirse ayer por todo Euskadi.

Una de las residencias de Gipuzkoa en las que comenzó ayer este proceso de vacunación fue el centro Uzturre, situado en Tolosa y que tiene 112 residentes. "Todos han querido vacunarse", destacaba ayer en conversación con este periódico el director, Álvaro Martínez Lehmamm: "Me gustaría hacer hincapié en que los internos, que son gente de 80, 90 y hasta 100 años (hay un residente con 101 años que está "como una rosa"), y que han vivido absolutamente de todo, nos han vuelto a dar una lección dando el sí a la vacunación, porque todos tenemos alrededor gente que tiene dudas al respecto".

Son 170 el total de vacunas que recibió ayer Uzturre. Además de los 112 residentes, el resto fueron para el personal que está trabajando esta semana. "Entre los trabajadores han dado el sí a la vacuna el 97%, dice Álvaro Martínez, que aclara que "no se puede obligar a nadie a vacunarse".

A las 8.15 de la mañana de ayer ya estaban llegando las vacunas a Uzturre y un cuarto de hora después comenzaba el proceso de vacunación. "Osakidetza ha venido con tres enfermeras y nosotros hemos puesto personal para agilizar todo", explica el director del centro.

En las residencias se percibe la llegada de la vacuna como "una luz al final del túnel", reconoce Álvaro Martínez. "Al final es un problema que se está haciendo largo y la vacuna no es una solución inminente, porque quedan meses, pero es una luz al final del túnel. La primera vacuna genera alrededor de un 70% de inmunización y se complementa con la segunda a partir de los 21 días. Todavía quedan al menos un par de meses que serán cuesta arriba, y mientras tanto seguiremos con las medidas vigentes, pero hoy (por ayer) es un día feliz, aunque también de responsabilidad".

Las personas usuarias de Uzturre se encontraban ayer "con ilusión y con ganas": "Llevan mucho tiempo dentro y tienen ganas de que esto empiece a acabarse, pero la gente es muy consciente y responsable. Alguno te hace el chascarillo de a ver cuándo suavizamos las medidas, pero son muy responsables, no es tanto las ganas de salir sino de que esto se acabe. Saben que las prisas no son buenas compañeras".

Reconoce Álvaro Martínez que están siendo "meses muy duros" para los centros de mayores por las visitas restringidas y por tener "ese contacto físico con la familia". Y eso que en Uzturre no han tenido ningún contagio en toda la pandemia, algo que el director aprovecha para realzar "la labor de los trabajadores" no solo de Uzturre, sino de todas las residencias de mayores: "Queremos lo mejor para los residentes. Ha sido una época complicada y nadie estaba preparado para esto, pero se ha intentado hacer lo mejor posible".

El proceso de vacunación continuará hoy y mañana, y se retomará la semana que viene con la llegada de otras 16.000 dosis a Euskadi, también en el ámbito sociosanitario. El objetivo del Gobierno Vasco es inmunizar primero a las residencias y sus trabajadores, luego a los sanitarios entre enero y marzo.

"Los residentes nos han vuelto a dar una lección porque los 112 han dicho sí a la vacuna"

"Quedan todavía unos meses duros, pero la vacuna es una luz al final del túnel"

Director centro Uzturre de Tolosa