Nació como una tesis doctoral y hoy en día es una realidad que aporta refuerzo académico a 61 menores tutelados del territorio durante este curso escolar. Hablamos de IkasLagun, un proyecto pionero impulsado por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) en colaboración con la Diputación de Gipuzkoa y que tiene como objetivo conseguir que un mayor número de niños y adolescentes que están en el sistema de protección lleguen a la universidad o cursen un itinerario formativo más largo.

Según informa la UPV/EHHU en un comunicado, IkasLagun comenzó su andadura el pasado curo con 64 niños y niñas atendidos en doce recursos de protección de Gipuzkoa. Para ello, contaron con 64 personas voluntarias y otros 54 suplentes, todos ellos estudiantes universitarios. Sin embargo, la puesta en marcha de IkasLagun no ha sido nada sencilla, ya que la irrupción de la pandemia en marzo obligó a paralizar el programa, si bien se trató de darle continuidad, manteniendo la relación entre los menores y sus personas de refuerzo, mediante Ikaslagun posta y la realización de vídeos.

Con el inicio del nuevo curso escolar, el programa se ha retomado y 61 voluntarios ofrecerán refuerzo académico, tanto de forma presencial como online, a otros tantos alumnos de trece centros residenciales de protección.

Además, en la Universidad se creará una oficina técnica que organizará y gestionará el programa en coordinación con la Diputación, mientras que la institución foral coordinará a los servicios internos implicados en IkasLagun y ofrecerá formación básica al alumnado participantes. Asimismo, los estudiantes se comprometen a acudir semanalmente durante dos horas a ofrecer refuerzo académico al menor que le ha sido asignado. Su labor será reconocida con tres créditos de libre elección y se les abonarán los gastos derivados de los desplazamientos.

IkasLagun tiene su germen en el programa Arrakasta, una iniciativa que surgió de una tesis doctoral que se desarrolló en el seno del Grupo de Estudios Históricos y Comparados en Educación-Garaian de la UPV, que buscaba crear las condiciones favorables para que los menores acogidos puedan acceder a la universidad y culminar con éxito estudios superiores.

Garaian comenzó hace tres años a diseñar un programa que ayudase a paliar la desigualdad de oportunidades educativas de estos menores, ofreciendo refuerzo académico personalizado. El programa se puso en marcha en el curso 2018-2019 con 28 menores. La experiencia evidenció que los beneficios son muchos. “Las niñas y niños pueden mejrar su rendimiento académico y ampliar su red de apoyo. El alumnado de la UPV adquiere competencias personales, académicas y sociales; descrubre nuevas realidades que les permiten desempeñar mejor su profesión en el futuro. Y finalmente, contribuye a una garantía de la igualdad de oportunidades educativas”, señala la Universidad.