- La pandemia se resiste a avalar la reapertura de la hostelería y el fin de los confinamientos municipales. Los datos epidemiológicos continúan sin ofrecer señales de alivio porque, a pesar de que los contagios bajaron el domingo, la tasa de positivos continúa sin variación, por encima del 6%. Osakidetza notificó ayer solo 336 nuevos contagios, pero todos los fines de semana los casos sufren una bajada significativa, ya que también caen de forma notable el número de pruebas diagnósticas.

Con los datos en la mano, Ignacio Garitano, coordinador del Programa de Vigilancia y Control, aseguró que "está claro que se rompe el patrón descendente de la pandemia". El portavoz vasco del COVID admitió su preocupación y recordó que "es un virus fácilmente transmisible al que le gusta más el interior que el exterior y que, cuantas más personas se reúnan de casas diferentes, peor. Pero no estamos en unas fechas fáciles para eso".

Garitano no se atrevió a pronosticar si hemos tocado fondo. "La ralentización es mucho más evidente que en días precedentes. El número de casos decrece pero a un ritmo casi estacionario. Eso implica una meseta". Ante este estancamiento, el epidemiólogo reclamó un esfuerzo a los ciudadanos para evitar la "fatiga pandémica" y para impedir una tercera ola "que puede ser evitable".

Los territorios vascos se están comportando de forma desigual. Mientras en Bizkaia y Gipuzkoa la incidencia sigue una línea descendente, en Araba, la transmisión del virus repunta claramente, y solo en el fin de semana la incidencia ha subido en más de 30 puntos. "La subida fue más pronunciada en Gipuzkoa y Bizkaia y la bajada también. Es difícil saber qué pasa en Araba", precisó Garitano.

De los 336 contagios diagnosticados este domingo 145 se detectaron en Bizkaia, 115 en Gipuzkoa, 71 en Álava y 5 en personas residentes en otras comunidades autónomas, informó Efe. En cuanto a la incidencia en los municipios, en Bizkaia siguen en la zona roja, es decir, con más de 500 casos por 100.000 habitantes en catorce días, Arrigorriaga y Ermua, mientras que Álava continúa sin tener ninguna localidad de más de 5.000 vecinos por encima de ese límite. En Gipuzkoa ha salido de ese listado Eibar al descender la incidencia pero han entrado Azpeitia y Beasain, y siguen Ordizia y Arrasate.

También apuntó otra mala noticia y es que el R0 del conjunto de Euskadi vuelve a ser negativo. Este indicador mide los contagios que origina cada positivo y ya está de nuevo por encima de uno (1,02). ¿Qué significa eso? Que cada infectado genera más de un caso y que se multiplica la pandemia de nuevo.

En cuanto a la situación asistencial, Garitano resaltó que "la evolución en los hospitales es favorable pero sigue siendo lenta". Se constata una evidente bajada respecto al techo de hospitalizados que produjeron aquellos picos de 1.500 contagios diarios de noviembre ya que en la actualidad, el total de personas ingresadas se sitúa en 487, con 26 en las últimas 24 horas. "Estamos mejor que hace semanas pero no estamos mejorando al mismo ritmo que lo hacíamos antes. Pedimos no bajar la guardia porque está en nuestras manos que la situación no empeore". Recordó que hay 112 pacientes en la UCI y "seguimos en el escenario 3 del plan de contingencia, ya que estos 112 pacientes graves ocupan el 34,57% de camas abiertas".

El coordinador del COVID no descartó que si las cosas se tuercen antes del 11 de enero -fecha prevista para el próximo consejo del LABI- se podría adelantar la reunión y pensar en endurecer las restricciones. Sin embargo, señaló que "tenemos un paquete de medidas bastante agresivo, con limitación horaria, de grupos, con recomendaciones claras y el cumplimiento de las medidas mejoraría la situación. Pero es complicado por la fatiga pandémica y hay que hacer un gran esfuerzo", subrayó.

A su juicio, "hemos demostrado que la segunda ola se puede manejar con un paquete de medidas que nos han permitido hacer una vida relativamente normal, ir al trabajo, hacer deporte, o que los hijos vayan al colegio". En su opinión, conseguir cero casos con el virus circulando es imposible "si no es a través de un confinamiento radical". Sobre la vacunación, reiteró que se está trabajando para que todos los aspectos estén preparados cuando llegue el momento, aunque todavía hay cuestiones que se desconocen como las fechas, si llegará el 4 o 5 de enero, y el tipo de vacuna y las dosis que necesitará.

"Es un virus fácilmente transmisible al que le gusta más el interior que el exterior"

Coordinador del Programa de Vigilancia