- La mejoría en la evolución de la pandemia que empezó a mediados de noviembre ha pisado el freno. Existía la preocupación de que la Navidad truncase la situación epidemiológica, con una curva en descenso, y puede ser que el retroceso se haya producido ya en el puente de la Inmaculada que, además, coincidió con las compras del Black Friday. Porque Euskadi registró el viernes una brusca subida de casos y volvió a disparar su tasa de positividad. De hecho, la tasa de contagios repunta de forma preocupante, y por primera vez desde el 18 de noviembre supera el 7%, al situarse en el 7,2%, con un total de 636 nuevas infecciones, 113 más que las registradas el jueves.

Este incremento de positivos se produce tras semanas por debajo del 7%, con jornadas en las que la tasa de contagios en función de las pruebas realizadas había bajado del 6%, como el pasado jueves con un 5,6%. Con el agravante de que el acelerón en los contagios se notifica en un día con un bajo nivel de pruebas diagnósticas ya que se llevaron a cabo 8.783 test de antígenos y PCR, frente a los 10.656 de la víspera.

Esta gráfica demuestra que Euskadi está lejos de dar por superada la batalla contra esta segunda ola del covid. El virus continúa muy presente y prueba de ello son las cifras dadas a conocer justo el día en el que se aliviaban las restricciones, permitiéndose la reapertura parcial de la hostelería, al tiempo que se daba vía libre a la movilidad entre municipios dentro del territorio.

El repunte podría relacionarse con la actividad del puente de la Constitución y repetiría así el patrón del pico de finales de octubre y noviembre -que apunta a los contactos del puente del 12 de octubre- y el de agosto, coincidiendo con otro puente festivo y con la celebración de las no fiestas.

El empeoramiento del escenario llega en un contexto delicado, justo cuando se ha decidido flexibilizar las medidas restrictivas. Desde ayer, los vascos pueden circular libremente por su territorio histórico y además bares y restaurantes han reabierto en todas las localidades excepto en nueve, las que superan la tasa de incidencia de 500 casos por 100.000 habitantes, que en el caso de Gipuzkoa son Eibar, Arrasate y Ordizia.

En la actualidad, Euskadi acumula uno de los peores datos de incidencia del virus, y además registra una gran presión hospitalaria, con 63 ingresos diarios en planta. En las unidades de cuidados intensivos hay actualmente 112 enfermos con coronavirus, siete menos que la víspera.

En este contexto, la situación que atraviesa la CAV puede considerarse como de alto riesgo epidemiológico. De los 636 contagios diagnosticados el viernes, 295 se produjeron en Bizkaia (75 más), 209 en Gipuzkoa, 34 menos que el jueves, y 129 en Araba (7 más).

Así las cosas, se habla ya de la posibilidad de que llegue una tercera ola en enero cuando aún no se ha retirado la segunda. El descenso tan lento de los contagios ya mantenía en alerta a los epidemiólogos, que advertían del peligro de una reducción tan suave de la incidencia, con el temor añadido de unas fiestas eminentemente sociales como las de Navidad. De hecho, han alertado reiteradamente que situar las celebraciones navideñas en el horizonte repetía el error de la desescalada exprés del verano, por lo que no se cansan de insistir en la necesidad de extremar todas las cautelas.