- El Instituto Nacional de Estadística (INE) eleva a 1.687 las muertes entre enero y mayo en la CAV por coronavirus o con sospecha de haber contraído la enfermedad, una cifra que suma 138 fallecidos a los comunicados por el Departamento de Salud desde marzo, cuando se conocieron las primeras muertes, hasta mayo. Sin embargo, el INE tenía contabilizados en ese mismo periodo una cantidad inferior a la de Osakidetza, en concreto, 120 fallecidos menos, lo que explica que actualice la cifra en 258 muertos por COVID o con sospecha de COVID.

En Navarra, el INE registra 161 fallecimientos sobre los 567 que tenía contabilizados de marzo a mayo, con lo que arroja un saldo de 728 muertos. Es decir, la primera ola de COVID se llevó en Euskal Herria la friolera de 2.415 vidas.

Si los datos del instituto estadístico español son correctos, la desviación de la cuenta realizada por Osakide-tza a través de sus comunicaciones públicas respecto al total de fallecidos es de un 8,1%, mientras que la contabilidad del propio INE se desvió en un 15,2%.

En el conjunto del Estado el INE contabiliza 45.684 fallecimientos entre enero y mayo por coronavirus o por tener síntomas compatibles con COVID, una cifra que supera en 18.557 personas los datos del Ministerio de Sanidad en los primeros cinco meses del año.

La estadística indica que en ese periodo se registraron en Euskadi un total de 6.982 defunciones por todo tipo de causas, lo que supone que las muertes por COVID o con sospecha de coronavirus representaron el 24,1% del total. En Gipuzkoa, la principal causa de muerte fueron los tumores, seguido de los problemas asociados al sistema circulatorio, las enfermedades infecciosas y, en cuarto lugar, el COVID.

La tasa de muertes por COVID-19 identificado por cada 100.000 habitantes fue en Euskadi del 64,4, inferior a la de la media estatal, que se cifró en el 68,8 por cada 100.000 habitantes. En cuanto a los decesos por sospecha de coronavirus, la tasa en Euskadi se cifró en el 11,6 por 100.000 habitantes, muy por debajo de la media española, que alcanzó el 27,5 en esos tres meses de la primera ola de la pandemia.

Las tasas brutas más elevadas de fallecidos por COVID identificado por cada 100.000 habitantes entre marzo y mayo correspondieron a Castilla-La Mancha (160,8), Comunidad de Madrid (150,6) y Castilla y León (125,1) y las menores se dieron en Melilla (2,3), Ceuta (6) y Canarias (7,5). En cuanto a muertes por COVID sospechoso, las mayores tasas se dieron también en Castilla-La Mancha (78,7), Castilla y León (71,1) y Madrid (66,5) y las más bajas en Melilla (1,1 fallecimientos por 100.000), Murcia (1,7) y Ceuta (2,4). En todas las comunidades, el mayor número de fallecimientos por COVID-19 virus identificado ocurrieron en centros hospitalarios.

Sin embargo la CAV, junto con Navarra, Murcia y La Rioja, fue una de las comunidades que presentó mayor porcentaje de defunciones por coronavirus identificado en las residencias socio-sanitarias.

Por su parte, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, consideró ayer como "muy menor" el "desvío" entre los datos del Instituto Nacional de Estadística sobre los fallecidos "identificados" por COVID en la primera ola, que ascienden a 32.652, y los 27.127 contabilizados por su departamento. De esta manera se ha expresado el ministro, que defendió esta estadística como un ejercicio de "transparencia". "Conozco los datos del INE. Si se mezclan casos diagnosticados con casos sospechosos, le sale un número; si hace la comparativa con casos diagnosticados y casos diagnosticados, verá que el desvío en el cómputo de fallecidos es muy menor", respondió Illa a la portavoz del PP en la Comisión de Sanidad.