- Las trabajadoras de las residencias de ancianos de Gipuzkoa llevarán a cabo hoy y mañana dos nuevas jornadas de huelga en distintas localidades del territorio, convocadas por los sindicatos ELA y LAB, para demandar un nuevo convenio colectivo y medidas que garanticen la salud y seguridad de las trabajadoras.

ELA denuncia "el bloque del convenio" por parte de "patronales y Diputación". "La situación es muy dura", señaló esta pasada semana el responsable de ELA, Txomin Lasa, quien aseguró que las trabajadoras se sienten "abandonadas" pese a ser ellas quienes "sacan adelante" el servicio de cuidados a la población "más vulnerable". LAB, por su parte, considera que el conflicto laboral es ya "insostenible".

Por otro lado, la asociación Gipuzkoako Senideak pidió ayer "voluntad política" para acabar con el conflicto laboral en las residencias de Gipuzkoa, así como aumentar "los cauces de participación" de los familiares en la gestión de los centros que, a su juicio, se ha llevado a cabo "de espaldas" a los derechos de los usuarios.

Los representantes de la asociación, Xabier Pierrugues y Maddalen Ibañez, comparecieron ayer en la comisión de Políticas Sociales de Juntas Generales de Gipuzkoa, donde criticaron que en los centros residenciales han muerto "más de 200 personas" por COVID-19 en una epidemia de "tristeza y soledad" y "días enteros de absoluto aislamiento".

Pierrugues señaló que con el propósito de proteger a los mayores se han tomado decisiones "sin valorar el impacto psicológico que tienen en los usuarios y sus familias".

Planteó entre las medidas destinadas a mejorar la situación el fortalecimiento de la figura del "familiar de referencia" y dar acceso periódico a la habitación del residente, así como que las decisiones tomadas por los centros sean comunicadas "adecuadamente" a los propios residentes y que se establezcan protocolos "claros" para las salidas y las visitas "basados en criterios trasparentes".

En caso de confinamiento solicitó que se promueva una "mínima actividad física" y, en caso de contagio o enfermedad, facilitar información "a tiempo" a las familias y establecer cauces para que se garantice un acompañamiento adecuado, una derivación a centros sanitarios o, en su caso, una despedida "acorde con la dignidad de las personas".

Durante su segundo turno de intervención, Peirrugues afirmó que existe un problema "muy serio" ya que "no se está atendiendo a las personas" en las residencias e indicó que "no es excusa" el tema económico, ya que "precisamente se han destinado 523.000 euros a Adinberri, con la que está cayendo". Estas palabras fueron rechazadas por los representantes del PP, del PSE y del PNV. El portavoz del PP, Juan Carlos Cano, señaló que era una afirmación "fuerte" que desautoriza "lo demás" e indicó que se pueden cometer errores pero no dudó de la "dedicación" de los responsables de los centros y de la diputada Maite Peña. La portavoz del PSE señaló que "hay que ser prudente" en algunas afirmaciones y, si la asociación piensa que se están dando estas situaciones, deberían ponerlas en manos de fiscalía o el Ararteko. Por su parte, el portavoz del PNV rechazó que "se está dejando morir a los mayores" al tiempo que subrayó que "todo el mundo ha hecho lo mejor posible".

La Diputación actualizó ayer los datos referidos al COVID-19 en las residencias, donde en las últimas horas no se ha producido ningún fallecimiento, aunque se han producido ocho contagios. Son 162 los casos activos en la red territorial.