- Pasan los días y la familia de Maider Arostegi sigue sin recibir ninguna noticia sobre su estado. La última comunicación con la cooperante guipuzcoana desplazada a Etiopía se remonta al pasado 3 de noviembre, por lo que desconocen si su misión habría esquivado los ataques, tal y como, al parecer, se le habría notificado al misionero hernaniarra Ángel Olaran, coordinador de la ONG Etiopía Utopía. La falta de un contacto directo en la zona hace que sean prudentes y prefieran seguir esperando en comunicación directa con la embajada.

"No hemos podido verificar ninguna información. Hoy -por el lunes- seguimos igual que días atrás", asegura para este periódico Aritz Arostegi, hermano de Maider. La familia de la cooperante de Alegia sigue sin tener contacto con ella, por lo que carece de los datos que le habrían llegado el fin de semana a Ángel Olaran: "En la embajada tampoco tienen más información, pero van a intentar enterarse y confiamos en que en pocos días sepamos algo".

Según habría notificado el domingo Olaran, el obispado en la región de Tigray, zona en la que se han enfrentado durante cuatro semanas los gobiernos central y federal, todas las misiones de la ONG Etiopía Utopía se encuentran bien y no han recibido ningún ataque. Entre ellas estaría incluida, a pesar de que la lleve a través de un proyecto propio, la de Arostegi en Wukro, una ciudad a 50 kilómetros de distancia de la capital de Tigray y donde sería la única europea residente en estos momentos.

A esta buena nueva habría que sumarle otra notificación del obispado, que habría establecido contacto con una cooperante en Yemen que habría hablado vía satélite con la guipuzcoana. Según esta información, Arostegi se encontraría bien y seguiría en Wukro. Cabe señalar que desde el pasado 3 de noviembre las telecomunicaciones en el país africano están rotas, por lo que es imposible ponerse en contacto con los residentes que se encuentran allí.

Desde esa fecha, precisamente, la familia de la alegiarra no ha podido hablar con ella. No obstante, confían en que, tal y como les han recalcado en más de una ocasión desde el consulado, ella se encuentre bien y simplemente todo se deba a un problema de falta de comunicaciones. "Nos dicen que al ser blanca y europea debería estar bien", explicaba hace unos días Aritz.

Ya que hace la semana pasada el presidente etíope dio por finalizado el conflicto armado, la familia confía en que se recuperen las telecomunicaciones en las próximas horas y recibir de este modo una confirmación oficial desde Etiopía.

Maider Arostegi se encontraba en Wukro desde el pasado 22 de agosto llevando a cabo un proyecto propio. La cooperante guipuzcoana ya había viajado en otras dos ocasiones al país africano de la mano de la ONG del Padre Ángel Olaran y había conseguido el apoyo local para una iniciativa relacionada con la atención de los niños y adolescentes con problemas psicológicos.

El conflicto entre el gobierno de Tigray y el central estalló a comienzos del mes pasado después de que los mandatarios locales rehusaran la orden de no celebrar las elecciones programadas para septiembre a causa del coronavirus. Según los tigreños, la legalidad del mandato central había caducado, por lo que estas debían llevarse a cabo.

La mayoría de los cooperantes internacionales en la zona consiguieron huir cruzando la frontera en vehículos privados, pero Arostegi, al encontrarse fuera de la capital no pudo hacerlo.

En los últimos días, las fuerzas trigreñas habrían retrocedido fuera de las grandes urbes, por lo que el conflicto se habría transformado en una guerra de guerrillas.