El equipo de rastreadores de la OSI Debagoiena, una de las zonas de Gipuzkoa más afectadas ahora mismo por la pandemia del COVID-19, hizo público ayer un comunicado en el que alerta de la dificultad de rastrear los numerosos positivos que se están dando en la zona: "No conseguimos localizar focos concretos de contagio, por lo que la transmisión se puede estar produciendo en cualquier lugar y ámbito de la comunidad".

Arrasate es la población de Gipuzkoa con una tasa de incidencia más alta por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, concretamente de 1.518, a lo que hay que unir la elevada tasa también en otras poblaciones como Eskoriatza (1.008), Bergara (773), Aretxabaleta (605), Antzuola (545) o Elgeta (525), todas ellas situadas en la zona roja, es decir, en la de transmisión muy alta del virus.

"Hemos experimentado una bajada en el número de casos nuevos", reconocen los rastreadores, que sin embargo piden evitar cualquier relajación, ya que "estos casos nuevos generan unos 15-20 contactos, muchos de los cuales acaban contagiándose": "Hacemos especial hincapié en reducir los contactos sociales, sobre todo ahora que va a comenzar la Navidad: "El hecho de que podamos estar con seis (o diez) personas en Navidad no implica que podamos tener libertad de juntarnos con seis personas distintas cada día. Tenemos que intentar limitar los contactos a grupos cerrados".

El equipo de rastreadores pide, por último, "la ayuda ciudadana" para erradicar todo lo posible el número de contagios: "Con la colaboración de todos, junto con el trabajo del equipo de rastreadores, podremos conseguirlo".