- Hay un colectivo que además de a las penurias económicas y a los sufrimientos humanos provocados por la pandemia, ha tenido que sobreponerse cada día a la soledad, pero sobre todo a la invisibilidad social. Se trata de las personas con discapacidad que ayer quisieron dejar patente su malestar por una situación que, de no ser remediada, podría agudizarse durante esta segunda ola. Y es que la presión hospitalaria no solo se ceba con las UCI y los quirófanos o la Atención Primaria. También la atención clínica que requieren estas personas se está viendo afectada y, en consecuencia, su calidad de vida.

Así lo ponía ayer de manifiesto la coordinadora vasca de representantes de personas con discapacidad (Edeka). En el transcurso de una jornada (celebrada vía streaming) también tuvieron la ocasión de presentarle a la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, algunas de las líneas de actuación para tratar de reconducir el escenario caracterizado principalmente por ese "aislamiento" y la "invisibilidad".

Las asociaciones de Edeka explicaron que durante esta crisis sociosanitaria las personas con discapacidad "han tenido un retroceso en su calidad de vida" debido, entre otras cuestiones, a la falta de atención clínica. El COVID y sus impactos en el sistema sanitario han colocado a este colectivo en una situación extremadamente delicada. De ahí que desde la coordinadora vasca se defendiera una mejora del sistema de dependencia porque, indicaron, "llevar una vida autónoma no es un capricho, es un derecho".

En este sentido, apostaron por impulsar los cuidados profesionales y los modelos de apoyo y de vida independiente, garantizar la educación accesible en todos los niveles, "y sentar las bases de la gobernanza colaborativa" y favorecer la accesibilidad en la información. Una idea que fue recibida por la consejera Artolazabal, quien se refirió al Plan de Vida Independiente del Gobierno Vasco y que "con los apoyos necesarios, se puede apostar por una vida independiente en el propio domicilio de cada persona". Por su parte, el presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), Luis Cayo Pérez Bueno, dijo que "nuestra inclusión y nuestro bienestar social no pueden depender de personas políticas con sensibilidad. Los derechos tienen que verse garantizados".