- Se veía venir porque era solo cuestión de tiempo. Al igual que ya han hecho Nafarroa, Galicia o Catalunya, Euskadi anunció ayer el cierre de todos los bares y restaurantes, así como los salones de juego desde mañana. Pero además decidió adelantar una hora el toque de queda, a las 22.00 horas, y obligó a cerrar todos los establecimientos comerciales a las 21.00 horas como consecuencia de la grave expansión del COVID.

En la reunión que celebró el consejo asesor del LABI (Plan de Protección Civil de Euskadi), el Gobierno Vasco decidió decretar el cierre de establecimientos de hostelería y restauración. Discotecas, lonjas juveniles y txokos ya estaban clausurados. Quedan excluidos de la nueva medida los comedores de hoteles y otros alojamientos para el servicio a personas residentes. También se podrán preparar y servir comidas a domicilio o recogida con cita previa, hasta las 21.00 horas. Esta limitación tampoco afecta a los servicios de restauración incluidos en gasolineras y áreas de servicio, en centros sanitarios y sociosanitarios, así como a comedores escolares, laborales y sociales.

Sin embargo, el lehendakari, Iñigo Urkullu, exculpó al sector de las infecciones por coronavirus. "¿Dónde se dan hoy sobre todo los contagios después de todas las medidas adoptadas? Se dan en la hostelería, pero no por la falta de medidas de higiene y seguridad, sino por el comportamiento de cada uno de nosotros", reflexionó.

Otro de los sectores en el que más impactarán las nuevas restricciones serán en los locales de las grandes superficies comerciales que cerraban a las 22.00 horas, ya que desde mañana se limitarán las actividades socioeconómicas a las 21.00 horas. Esta limitación afectará a todos los establecimientos, con excepción de farmacias y estaciones de servicio. Por otra parte, se reducirá el aforo en los centros de culto al 35%.

La cultura será otra de las damnificadas por los vetos. El órgano constituido para el seguimiento del COVID decidió que toda actividad, espectáculo o evento cultural deberá finalizar antes de las 21.00 horas. Asimismo, se suspenden los ensayos colectivos de espectáculos artísticos y la actuaciones músico-vocales o de danzas no profesionales.

El deporte también se verá afectado por la nueva regulación. De esa forma, se suspenderá cualquier tipo de actividad deportiva en grupo, con excepción de la competición profesional o semiprofesional. También queda prohibida la asistencia a eventos deportivos. Sin embargo, sí se podrán realizar los cursos o actividades programadas en gimnasios, clubes deportivos, piscinas y polideportivos, siempre que se realicen con mascarilla, en grupos máximos de seis personas y con un aforo máximo del 40%.

romper la cadena

El lehendakari explicó que se adoptan estas medidas para frenar los contagios que provocan que crezca el impacto asistencial en la ocupación hospitalaria y de camas UCI. Por ello, resaltó que era "imprescindible adoptar nuevas medidas y hacerlo ahora para romper la cadena de transmisión de la pandemia". Urkullu realizó un llamamiento a unir fuerzas en pos de un bien común, la salud pública. "Se toman estas decisiones para preservar la salud de todos los ciudadanos y que redunden en una mejor atención en los hospitales y en las camas UCI, y para no llegar a la derivación de pacientes y a la supresión de otros procedimientos o de otras cirugías por atender solo pacientes de coronavirus", declaró.

Todas estas medidas profundizan en las ya adoptadas el pasado 26 de octubre, ya que Euskadi mantiene el confinamiento perimetral de la comunidad y la limitación de movilidad en sus localidades, así como la prohibición de las reuniones sociales de más de seis personas en lugares públicos y privados. Unos mandatos derivados de que la comunidad atraviesa uno de los momentos más críticos de la pandemia y ya supera los 763 positivos por 100.000 habitantes.

A partir de mañana también deberán cerrar los establecimientos y locales de juego y apuestas. Además, se fijará el horario máximo de salida del transporte público a las 22.30 horas, exceptuando taxis o vehículos con conductor. En su intervención, Urkullu reiteró la necesidad de "restringir al máximo la movilidad y la vida social para evitar un nuevo confinamiento y llegar a las navidades en las mejores condiciones posibles".

Último cartucho

Sobre si estas medidas son el último cartucho antes del confinamiento domiciliario, Urkullu explicó que "todas las medidas que llevamos aplicando se han adoptado de forma escalonada, teniendo en cuenta el plan Bizi Berri. Son progresivas, proporcionadas y pretenden ser equilibradas, sabiendo que afectan al ámbito económico y al social. Me resisto a un confinamiento general como en marzo y abril. Ojalá las medidas que adoptamos surtan efecto sin tener que llegar al confinamiento general domiciliario", deseó.

Aunque el Gobierno Vasco evaluará cada quince días el efecto de estas medidas, el Ejecutivo pretende que se mantengan en vigor todo el mes de noviembre "para ver si logramos hacer descender la curva".

El lehendakari añadió que en el seno del LABI se compartió una valoración de las líneas de ayuda para los sectores afectados por la pandemia. Se analizaron, concretamente, las destinadas a comercio, hostelería y turismo. Medidas, por ejemplo, para ayudar en el arrendamiento de locales o la agilización de trámites administrativos.

Urkullu recordó que Lakua mantiene vigentes todos los programas, como las líneas de crédito específicas y las ayudas para complementar los ERTE y "seguiremos en contacto directo con los sectores afectados para mejorar la respuesta a las necesidades que se plantean", precisó.

Desde el lunes. Osakidetza hará pruebas PCR de detección del COVID-19 a todos los vecinos de Eibar, de edades comprendidas entre los 13 y los 40 años, para tratar de frenar la propagación del coronavirus. El dispositivo se instalará en el hospital de la localidad del lunes al viernes. Eibar suma 228 positivos en la última semana. La cita para las pruebas se puede pedir desde hoy en el teléfono 943 032 644.

Ayudas. Urkullu recordó que siguen en vigor todas las ayudas al comercio y la hostelería, que además se han incrementado recientemente, y anunció que se van a analizar nuevas medidas para ayudar a estos sectores.

Todo noviembre. Cada quince días se evaluará el efecto de las nuevas restricciones en la evolución de la pandemia, y a final de noviembre se estudiará si deben mantenerse o si se desactivan progresivamente en caso de que se logre una curva descendente en los contagios.

A la espera de Sánchez. El lehendakari aún no ha recibido respuesta a la carta formal que este pasado miércoles remitió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que le solicitaba dejar en manos de las Comunidades Autónomas (CCAA) la competencia de decretar confinamientos. "Está por ver cual será la evolución en el Estado en los próximos días", dijo Urkullu.