- El pasado lunes las 20 familias residentes en los portales 9 y 11 de la calle Jaizkibel del distrito pasaitarra de Trintxerpe tuvieron que abandonar por la mañana sus domicilios tras detectarse que uno de los pilares que sujetan el edificio, situado en el supermercado BM de la calle Azkuene, se encontraba muy dañado. Tras las obras para apuntalar la columna, los vecinos pudieron acceder ese mismo día por la tarde a sus casas.

No obstante, una inspección llevada a cabo el jueves reveló la aparición de fisuras en la estructura del edificio, por lo que el arquitecto municipal se acercó hacia las 21.00 horas para anunciar a los residentes un nuevo desalojo.

"No pensaba que tres días después nos volverían a desalojar", señaló a los medios María Nuez, vecina del portal 11. "Nos han dejado estar tres días más en casa sin saber si la casa se iba a caer", manifestó. Esto le ha provocado mucha angustia y Nuez tuvo que ir al médico quien le firmó la baja por estrés. "Estoy mal, muy mal, tengo fiebre e incluso cuando estoy hablando con otra persona muchas veces no sé ni lo que he dicho", explicó.

La preocupación de esta vecina, que se ha criado en este edificio donde lleva residiendo 37 años, se traslada a sus familiares. "No hemos pegado ojo en toda la noche, mi hijo de cuatro años incluso ha tenido pesadillas en las que pensaba que la casa se iba a caer", indicó. Ellos pasaron la noche del jueves en el hotel Monte Ulia. "El Ayuntamiento nos ofreció ir a Lintzirin, pero para que el niño pudiera ir al colegio nosotros nos alojamos en Ulia. Los próximos días también los pasaremos en el hotel, aunque nuestra economía no está para estar pagando hoteles", lamentó. Por último, Nuez denunció la falta de información que tienen los vecinos: "No sabemos la gravedad del estado del edificio; por qué nos han desalojado a los números 9 y 11 y no al 13, cuando comparte el mismo edificio; no sabemos cuándo podremos volver, aunque no creo que vuelva a mi casa antes de un mes".

Más optimista se mostró Mari Carmen, residente en el portal 9. "Parece que me voy de camping. He cogido las sartenes y la comida que tenía preparada en el frigorífico", apuntó ayer después de subir a su casa para salir con lo más imprescindible.

Al tratarse de un edificio privado, son los propios vecinos quienes se tienen que encargar de su realojo hasta que puedan volver a sus domicilios. No obstante, ayer por la mañana se personó junto a los portales afectados la concejala de Urbanismo, Nahikari Otermin, quien señaló que el Ayuntamiento se encargó de buscarles un lugar donde pasar la primera noche y que estos días se dedicarán a estudiar caso por caso las necesidades de cada familia. "Hay situaciones de todo tipo, hay gente mayor, familias enteras, personas que están en casas de familiares, otros en un hotel... cada hogar es un mundo diferente, por eso analizaremos su situación de manera individualizada", indicó. Y aclaró que "el Ayuntamiento está al servicio de sus ciudadanos".

Este viernes por la mañana, los servicios técnicos municipales y del edificio se reunieron para decidir los siguientes pasos que se iban a dar. Al término de la reunión señalaron que el lunes seguirán con los trabajos de sujeción de la estructura del edificio y que en función de cómo se desarrollen estas obras se determinará si los vecinos pueden volver a sus casas.

El Ayuntamiento estudiará caso por caso las necesidades de cada familia, aunque son los afectados quienes deben encargarse de su realojo