- La transformación social y el desarrollo comunitario son las dos columnas vertebrales de la red Debagoiena 2030 (D2030), la iniciativa que enfrenta los retos del futuro para construir esta comarca guipuzcoana desde “la innovación” y el trabajo “conjunto”.

“Los nuevos desafíos que nos plantea el cambio climático, la digitalización, la creciente diversidad social y la consiguiente inclusión son significativos. Podríamos decir que estamos en el fin de una época histórica y en el punto de inicio de una nueva, y al igual que en el pasado, ahora como comarca es necesario ponerse a trabajar de forma proactiva”, defendió ayer Elena Herrarte, en representación de la Fundación Gizabidea, la entidad que lleva la gestión de este proyecto que camina con paso firme para “responder a los retos globales del siglo XXI”.

El museo Ibarraundi de Eskoria-tza fue el escenario elegido para sellar el compromiso que hasta la fecha han suscrito trece entidades, privadas y públicas, de diferente naturaleza y del mundo cooperativo, que remarán en la misma dirección para impulsar “un modelo de desarrollo sostenible en Debagoiena”. Los ayuntamientos de los municipios de Arrasate, Bergara y Oñati, el Grupo Fagor, Ulma, Corporación Mondragon, Saiolan, Mondragon Unibertsitatea, el parque tecnológico Garaia, la Mancomunidad de Debagoiena, Goiena Komunikazio Taldea, la Diputación Foral de Gipuzkoa y Agirre Lehendakaria Center estamparon la firma en el convenio por el que D2030 se marca como objetivo contar con “una comarca inteligente, inclusiva y climáticamente neutra para el año 2050”.

Durante su intervención, el presidente del Grupo Fagor, Joxean Alustiza, manifestó que las cooperativas forman parte de esta iniciativa “como algo natural”. “Llevamos en el ADN el compromiso de la responsabilidad social y el deseo de transformación. Juntos los resultados se multiplican”, aseguró Alustiza en un acto al que también asistieron, entre otros, el director general de Estrategia de Gestión del ente foral, Sebas Zurutuza (que acudió en nombre del diputado general Markel Olano), el rector de Mondragon Unibertsitatea, Vicente Atxa, el director de Goiena, Iban Arantzabal, y el exlehendakari Juan José Ibarretxe, que capitanea el centro de estudios interdisciplinares Agirre Lehendakaria Center.

Por su parte, la alcalde arrasatearra, María Ubarretxena, mostró el apoyo de la institución que dirige al proyecto, e incidió en la importancia que tiene la comunidad, porque es “la seña de identidad de este valle, la colaboración de lo público y lo privado”. Los primeros ediles de Bergara, Gorka Artola, y Oñati, Izaro Elorza, también firmaron el acuerdo, al igual que la presidenta de la Mancomunidad, Maite Anton.

D230 inició su ambiciosa “aventura” el año pasado. Entonces se hizo un chequeo al conjunto de Debagoiena para identificar varias áreas de trabajo como “la energía, la movilidad, los sistemas alimentarios, la educación, la economía circular, el futuro del trabajo, la inclusión y la comunidad”, tal y como explicaron sus promotores. En torno a estos ámbitos “de influencia” se han puesto sobre la mesa catorce proyectos encaminados a “lograr la transformación social de la comarca”.

Se trata de iniciativas tan variopintas como la creación de plataformas que sirvan de apoyo al mundo del arte escénico y cultural, o abastezcan de productos locales a los comedores de los centros escolares y empresas, además de potenciar la producción agroecológica del sector primario. Se propone, a su vez, constituir una cooperativa de propietarios forestales que busque un modelo de explotación más sostenible; llevar a cabo una prueba piloto para demostrar que las condiciones de confort de las viviendas pueden mejorar y reducir las emisiones de CO2, o un proyecto integral de infraestructuras, equipamientos, actividades culturales y servicios orientado a “mantener talentos y atraer servicios a Debagoiena”.

Trece entidades de diferentes ámbitos se comprometen a promover un modelo de desarrollo sostenible en la comarca

La red de transformación quiere contar con una “Debagoiena inteligente, inclusiva y climáticamente neutra para el año 2050”