La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, ha advertido de que el inicio del curso laboral "va a estar marcado por las movilizaciones, porque la realidad nos lleva ello".

Aranburu, junto al secretario de Acción Sindical y Negociación Colectiva del sindicato, Xabier Ugartemendia, ha defendido esta apuesta: "nos toca seguir movilizándonos porque no vemos otra salida para forzar los acuerdos que necesita la clase trabajadora".

También ha respondido al llamamiento al diálogo que realizó ayer la nueva vicelehendakari y consejera de Trabajo, Idoia Mendia, incluida la colaboración para elaborar los presupuestos de 2021.

Para Aranburu, los hechos aclararán si Mendia ha realizado "una llamada bienintencionada o una pose".

"Para ser creíble se tienen que dar varias condiciones. La primera, ver cómo entiende el papel del sindicalismo, si vamos a poder hacer propuestas, porque hasta ahora el marco de diálogo social no es de debate, sino para legitimar las propuestas de la patronal".

La segunda condición que ha puesto la líder de LAB es ver si el nuevo gobierno "va a respetar la mayoría sindical -es decir ELA y LAB- o va a seguir en su apuesta por la minoría", CCOO y UGT, los que acuden a la mesa de diálogo social.

Respecto a los presupuestos, Aranburu ha recordado que LAB siempre ha defendido que sean participativos, y ha admitido que puede ser una propuesta "interesante", pero ha advertido de que para preparar las cuentas públicas "primero hay que hablar de una reforma fiscal, porque no hablar de los ingresos supone hablar de recortes".

La líder de LAB ha subrayado su pesimismo sobre las relaciones con los ejecutivos vasco y navarro: "los gobiernos hablan de diálogo y acuerdos, pero mucho van a tener que cambiar las cosas. Un gobierno que aplica la unilateralidad como en la Educación no es el más legitimado para hablar de acuerdos".

"Diálogo sí, pero ¿para qué?. No necesitamos reconstruir el sistema capitalista sino un cambio hacia un modelo más sostenible. El choque se genera porque es la patronal, las elites, las que marcan el rumbo de las políticas públicas", ha defendido.

Aranburu ha citado cinco tareas urgentes para afrontar por el Gobierno vasco: la primera: "reforzar la sanidad pública, porque no se han aprovechado estos meses", desde el inicio de la pandemia en marzo.

La segunda, rebajar las ratios en educación, en la que cual "se llevan muchos años en los que no se invierte lo necesario", y de ahí la huelga conjunta de todos los sindicatos prevista el día 15.

La tercera medida que es necesaria es la reorganización del sistema de cuidados, recordando que la mayoría de los fallecidos por el coronavirus lo han sido en las residencias de mayores.

También ha recordado que sigue sin resolverse el cuidado de los menores que se tengan que quedar en cuarentena en casa por estar en contacto con un positivo.

Por último, ha abogado por un plan integral de empleo para "dignificarlo" y acabar la precariedad, para lo cual ha demandado que se derogue ya la reforma laboral.