- Las demandas del refuerzo de la inversión en la sanidad pública se vienen repitiendo de forma constante prácticamente desde que estalló la crisis económica de 2008, pero no cabe duda de que la pandemia ha aflorado las lagunas del sistema. Por ello, tras un año de trabajo intenso en el que se ha constatado la necesidad de disponer de servicios fuertes para afrontar este tipo de situaciones, los profesionales demandan refuerzos que les facilite su trabajo diario, especialmente de cara a un otoño en el que la conjunción entre gripe y COVID puede poner en jaque, aún más, nuestro sistema sanitario.

Rafa Rotaeche, médico de familia y miembro del foro profesional Lehen arreta arnasberritzen, surgido para elaborar propuestas "constructivas" para devolver la "dignidad" al servicio, insiste en la necesidad de reforzar la atención primaria "no solo contratar más médicos de familia -que deben contar con contratos "dignos"-, sino aumentar el ratio de enfermería, farmacéuticas y administrativas", así como su "reconocimiento profesional y económico".

Además, entre las necesidades prioritarias a abordar, Rotaeche expone que es necesario "asegurar plantillas razonables" que permitan el relevo de las plazas de jubilación y adecuar las plazas a las nuevas necesidades sociosanitarias de la población. Asimismo, demanda "más autonomía" para los profesionales, así como la "reforma estructural" de los centros de salud.

Pero las reformas que demandan desde Lehen arreta arnasberritzen van mucho más allá. Consideran necesario revisar la formación de los profesionales y para ello, piden el desarrollo de un área propia sobre la medicina familiar en la Universidad, así como la docencia pre y posrgrado e incentivar la investigación en este ámbito. Además, reclaman Ofertas Públicas de Empleo (OPE) específicas para esta rama de la medicina.

Finalmente, también abogan por que se produzca una atención "coordinada de verdad" entre la atención primaria, la salud pública, la salud mental y el sistema hospitalario.

En el sector residencial, las demandas no se quedan atrás. "Es imprescindible mantener a todo el equipo de profesionales a pleno rendimiento: limpieza, gerocultoras, servicio de bienestar social y psicológico, animación sociocultural, administración, servicio de cocina, médico y enfermería", advierte Jone Garciandia, enfermera de la residencia Gisasola de Zestoa, que también reclama medios materiales para hacer frente a la pandemia, como equipos de protección individual homologados, mascarillas, guantes y geles hidroalcohólicos, entre otros.

"No admitimos que se diga que se va a reforzar sin detallar las medidas presupuestarias para ello"

Médico de familia