- Los locales de ocio y las reuniones familiares siguen siendo los focos más probables y preocupantes de los nuevos contagios de coronavirus en Euskadi, motivo por el que el Gobierno Vasco está trabajando en una regulación más restrictiva del ocio nocturno y de otro tipo de agrupaciones de personas, como bodas y velatorios, y que podría estar preparada para la semana próxima.

Según los datos divulgados ayer por el Departamento de Salud, el jueves 23 se realizaron en Euskadi 4.424 pruebas PCR que revelaron 136 nuevos casos positivos, unas cifras que, en opinión de la consejera, "podrían ser el inicio de una segunda ola" de la pandemia.

Esta evolución negativa, especialmente evidente entre los más jóvenes, se relaciona directamente con los brotes surgidos tras la celebración de fiestas, reuniones y botellones, así como con la afluencia masiva a locales de ocio nocturno como pubs y discotecas. En una segunda fase estos jóvenes podrían haber contagiado a personas de su círculo familiar, lo que explicaría el aumento en la edad de los nuevos positivos que se viene detectando desde, al menos, el pasado día 20.

La consejera de Salud, Nekane Murga, dijo ayer en la Cadena SER que, en este momento, de los casos identificados, un 20% o 25% son casos asintomáticos, aunque "algunos de los identificados como asintomáticos, en unos días vuelven a transformarse como sintomáticos", por lo que "lo que está cambiando es la secuencia de aparición de los ingresos y de la sobrecarga asistencial, la franja de edad y la gravedad de la sintomatología". Murga destacó que "nos hemos adelantado al diagnóstico, porque también es verdad que no hay tratamiento", ante la eventualidad de que "los casos que identificamos hoy, en las próximas semanas tengan síntomas y necesiten incluso de una UCI".

Así, ayer se notificó un aumento de pacientes de coronavirus en UCI, que después de varios días estabilizados en dos han subido a tres. También ha habido dos nuevas hospitalizaciones en planta, que se suman a las 7 del miércoles y a las quince registradas entre el 17 y el 21 de julio.

En cuanto a las restricciones para algunos sectores de actividad, como el ocio nocturno, que reclaman los alcaldes de las capitales vascas y ya se aplica de forma puntual donde hay brotes, la consejera de Salud anunció que el Gobierno Vasco está trabajando, junto con representantes del sector, en una orden que regulará el ocio nocturno, con "la idea de aprobarla la próxima semana". Sobre la posibilidad de implantar, como ya se hace en otras comunidades autónomas, un registro de acceso a estos locales, Murga apuntó que este tipo de medida es "de muy difícil realización y no creemos que pueda ser la solución", aunque "es algo que tenemos sobre la mesa para otro tipo de reuniones, como pueden ser los tanatorios".

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, ya había señalado días atrás la necesidad de adoptar una decisión común en materia de regulación de los horarios de ocio nocturno en Euskadi.

En su opinión, que cada Consistorio adopte decisiones de forma individual poco favorece la consecución del objetivo de plantarle cara al COVID, ya que provocaría el movimiento de personas de los municipios más restrictivos a los que lo son menos.

El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, afirmó por su parte que el Ayuntamiento seguirá "vigilante" en el cumplimiento de las normas. "En locales nocturnos es donde más preocupación existe en estos momentos" dijo, por lo que llamó a la "limitación horaria del ocio nocturno", no como "restricción" a la hostelería, sino por "responsabilidad". El Ayuntamiento está sancionando los incumplimientos y seguirá haciéndolo, porque considera que "es necesario actuar con mano dura y firmeza con quienes no cumplan las normas, porque ellos están poniendo en riesgo su propia salud y la colectiva".

En el verano de las no fiestas, los municipios siguen alerta, controlando que las celebraciones fuera de programa continúen llevándose a cabo con el consiguiente riego de contagio.

Villabona. La convocatoria ilegal de un macrobotellón en el parque merendero de Kollizar de Villabona a través de redes sociales, donde se esperaba la llegada masiva de jóvenes de las comarcas de Tolosaldea y Goierri, llevó ayer al Ayuntamiento de Villabona a cortar los accesos al merendero como medida disuasora para evitar malos mayores y controlar la llegada de visitantes por parte de Ertzaintza y Guardia Municipal. Hay que recordar que este tipo de actos esta prohibido. La convocatoria coincide con el inicio de las fiestas de la localidad, que este año, como en tantos otros sitios, se han suspendido.