- Como cada 7 de julio, pese a la suspensión de los sanfermines por la COVID-19, Iruñea acogió ayer un acto con el objetivo de recordar y homenajear a Nagore Laffage -a quien José Diego Yllanes asesinó el día de San Fermín de 2008-, así como de exigir una “justicia reparadora y no patriarcal”. El acto fue organizado por la asociación Lunes Lilas.

Un centenar de personas arropó a su madre, Asun Casasola, cuando ayer se cumplieron doce años desde su asesinato. Pese al fallo judicial que sentenció que los hechos se corresponden con un homicidio, los congregados ayer aseguraron que “para gran parte de Pamplona Nagore fue asesinada”. En el acto, Casasola agradeció a la ciudad “el calor y la acogida”. Visiblemente emocionada, recordó a su hija y subrayó “la necesidad de acabar con el machismo”.

También quiso agradecer al movimiento de mujeres de Irun, que le acompañaron durante la jornada y a “todas las personas que se reúnen cada primer lunes de mes en Iruñea”.