El Servicio vasco de Mediación Familiar ha retomado su actividad presencial

- El Servicio vasco de Mediación Familiar (SMF), que durante el estado de alarma por el coronavirus atendió a un total de 2.181 personas (1.395 fueron mujeres), anunció ayer mediante una rueda de prensa que retoma su actividad presencial en todas sus sedes. La misma fue interrumpida el pasado 16 de marzo por el propio estado de alarma sanitario. En el acto, la consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, acompañó a la responsable de las oficinas de Donostia, Gurutze Lopetegi, y a varios de los trabajadores. Se trataron temas correspondientes a la crisis sanitaria y hubo tiempo de responder a las preguntas que lanzaron algunos de los allí presentes.

Antes de iniciar el encuentro, Lopetegi mostró a Artolazabal las medidas que se han tomado para iniciar la actividad presencial, como dispensadores de jabón hidroalcohólico y la instalación de mamparas.

La charla comenzó con la consejera introduciendo los SMF como servicios de atención familiar extrajudiciales, los cuales son gratuitos y ofrecidos por el Gobierno Vasco. Con “equipos integrados por personas multidisciplinares” y ofrecen “información jurídica, psicológica y social en el contexto de la mediación”. Poniendo en valor que “el proceso minimiza costes emocionales y temporales y se evita judicializar las relaciones familiares”, explicó que el objetivo principal es “facilitar la comunicación y el manejo de los conflictos sociales”.

Antes de entrar en temas correspondientes al estado de alarma, dio la noticia de que se abrirá un nuevo local en Tolosa, el cual se sumará a los tres con los que ya contaban (Donostia, Gasteiz y Bilbao).

Además de prestar servicio a personas con casos que no habían sido resueltos antes de la crisis del coronavirus, también se ha tratado con conflictos que han surgido en el confinamiento. La actividad del SMF ha sido cambiante. Lo que inicialmente eran servicios abiertos a través del teléfono y el correo electrónico mediante turnos entre los componentes de los equipos, pasó, debido al impedimento de movilidad, a limitarse a desviar llamadas que llegaban de los tres territorios a los teléfonos de los propios profesionales. De esta manera, se llegó a prestar servicio a un total de 2.181 personas, de las cuales 1.395 fueron mujeres.

Además, el mismo SMF de Gipuzkoa, Araba y Bizkaia se ha dedicado a realizar llamadas tanto a las personas que habían finalizado su expediente de mediación, como a las que su proceso sigue manteniéndose abierto.

Lopetegi expuso también algunas de las diferentes casuísticas que han tratado en favor de los hijos durante la crisis sanitaria; así como, reorganizaciones familiares, la estancia de los hijos en los hogares que mejores condiciones reunían, o de aquellas en relación con personas dependientes. Ante todas ellas destacó la labor de los padres, los cuales “le han dado más importancia a la salud y a los problemas personales que a los conflictos a los que tenían que hacer frente, aunque haya habido diferentes inquietudes a lo largo de los meses”.