- El incendio, al parecer provocado, de cuatro contenedores situados en el patio interior de la ikastola Salbatore Mitxelena de Zarautz fue uno de los incidentes más destacados de la noche de San Juan en Gipuzkoa. Los daños en el edificio eran muy evidentes, afectando sobre todo a una cristalera y un banco y ennegreciendo notablemente la fachada del centro escolar.

Según apuntó el gerente del centro, Unai Lekuona, en Erlo Telebista (recoge Andrea Zipitria) pese a que las verjas estaban cerradas algunos ciudadanos "quisieron celebrar la hoguera de San Juan y usaron para ello nuestro edificio".

Fueron los responsables de la ikastola quienes dieron el aviso a la Er-tzaintza, que ha iniciado una investigación ante la sospecha de que el incendio fue provocado.

Este fue el susto más destacado de una jornada que se saldó sin incidentes reseñables en una noche, la del fuego, que ardió poco, y la de las juergas, que fueron también escasas.

Los representantes de los consistorios y municipios consultados por este periódico se manifestaron razonablemente satisfechos por la calma con la que había transcurrido la noche.

En Hernani ayer era día festivo y la noche acostumbra a ser larga, movida y tumultuosa. Pese a que muchos jóvenes decidieron salir a disfrutar y se notó en las calles gran animación, no fue ni de lejos lo que acostumbra a ser una noche de San Juan en este municipio.

Y es que fueron muchas menos las personas que acudieron a la llamada de los sanjuanes desde fuera del municipio, como se había pedido desde el Ayuntamiento.

La Guardia Municipal salió a la calle a lo largo de la jornada para, valiéndose del altavoz, recordar a la ciudadanía que no había fiestas y que beber en la calle está prohibido.

Según constató el Ayuntamiento, a lo largo de la noche la Policía Local solo acudió a atender "un par de avisos en una plaza y en un local" donde se habían observado aglomeraciones de personas y los bares respetaron los horarios establecidos.

En Donostia las noche resultó también calmada y la Guardia Municipal no tuvo mucho trabajo. Los bomberos únicamente tuvieron que acudir a apagar dos hogueras en Siustegi y Atotxa Erreka, además de una tercera en Usurbil.

En el caso del la hoguera prendida en Intxaurrondo dos personas fueron sancionadas por la Guardia Municipal que, además, salió a localizar otros fuegos en la ciudad que al llegar ya estaban apagados.

Las playas en esta ocasión no acogieron ninguna hoguera, aunque sí se pudo ver a algún grupo de jóvenes que tuvieron que sustituir el mechero por el ingenio en este San Juan del COVID, reuniéndose en torno a una táblet en la que se podía ver la imagen de una hoguera o alrededor de un vaso con una vela, según informaron algunos paseantes.

En la zona del Muelle sí que se registró cierta aglomeración de jóvenes practicando botellón, actitud que algunos vecinos recriminaron en las redes sociales.

En Tolosa la noche discurrió "muy, muy tranquila". "La hoguera resulto triste, rara, con la plaza cerrada al público", señalaron desde el Ayuntamiento. "Apenas se veía gente en la calle. Creemos que los ciudadanos se han concienciado de que no hay fiestas ni son estos momentos de celebraciones", apuntaron.

En Arrasate los bares funcionaron como en un festivo, sin restricciones horarias, lo que no conllevó que se generaran incidentes reseñables, más allá de alguna pequeña reyerta en las puertas de un establecimiento a primera hora de la mañana.

"Se han visto muchos jóvenes pero no hemos constatado incidencias. Los bares de los jóvenes sí estaban llenos, pero el pueblo estaba vacío", apuntó la portavoz del Gobierno local Anuska Ezkurra.

La Guardia Municipal de Eibar también se mostraba satisfecha porque la noche había discurrido sin sustos. "De momento las cosas van bien", señalaron desde la Policía Local, que no se había visto obligada a poner ninguna sanción durante la noche. "Hacía buen tiempo y son una fiestas fuertes en el pueblo y aunque se notaba movimiento, al no haber actos festivos todo ha ido tranquilo", apuntaron.

Esta ruta por el territorio deja en evidencia que pese a que hay ganas de salir, sobre todo los más jóvenes, de momento la calma es la tónica. Y es que no hay que olvidar que el COVID sigue entre nosotros.

Los programas festivos han quedado suspendidos y han sido sobre todo los más jóvenes quienes han salido a la calle estas 'no fiestas'

Los bomberos no tuvieron mucho trabajo y los Consistorios optaron por anular o controlar el aforo

en las hogueras oficiales