- Además de la sanitaria, una de las consecuencias más dramáticas que deja la crisis del coronavirus es la económica. Son cada vez más las familias que atraviesan por serios problemas ante la drástica reducción de sus ingresos. La pobreza ha llegado a muchos hogares y las denominadas colas del hambre son más largas que nunca en diversos puntos del Estado. En Gipuzkoa también la situación es complicada para muchas familias, tal y como cuentan a este periódico varias asociaciones del territorio, que han visto cómo estas últimas semanas han tenido que multiplicar esfuerzos para atender a las personas necesitadas.

"Llevo 24 años de voluntaria y no había vivido nunca una situación como esta, una emergencia que dure tanto". La frase, contundente, la pronuncia Sonia Archeli, presidenta de Cruz Roja Gipuzkoa, que estas últimas semanas ha "reorganizado" sus funciones para centrarse en el reparto de bienes de primera necesidad, es decir, alimentos, productos de higiene y medicinas. Al decretarse el estado de alarma, la asociación comenzó a moverse para conocer de primera mano la situación de los más necesitados. "Cuando cerraron los coles, pensamos en esos niños que tienen beca escolar con comedor, en cómo iban a poder asumir sus padres ese alimento. Nos pusimos en contacto con la población que considerábamos de riesgo y enseguida detectamos necesidades y situaciones muy complicadas. Algunos nos dijeron: Me queda lo que tengo en la nevera. Ahí es cuando decidimos ponernos en contacto con el Banco de Alimentos y ayudar en ese reparto", cuenta Archeli.

La presidenta de Cruz Roja Gipuzkoa ha notado un "claro aumento de la demanda". "No tenemos porcentajes en todo el territorio. En la zona de Eibar y Ermua ha crecido un 35% y pensamos que se puede extrapolar a todos los municipios, pero no sabríamos dar un porcentaje concreto. Pero se ha notado, sí. Por ejemplo, en Donostia estamos repartiendo a unas 500 personas cuando antes apenas se hacía esa labor". Desde el 21 de marzo -fecha en la que Cruz Roja Gipuzkoa comenzó a realizar estas labores- y hasta este pasado viernes, cuenta su presidenta que han realizado "23.369 entregas de bienes de primera necesidad" : "Hay personas que han pasado un mal momento puntual y se les ha hecho una entrega, a otras familias les damos alimentos cada dos semanas... con los niños y las personas mayores estamos más pendientes y hacemos un seguimiento de su situación".

Cruz Roja ha realizado en Gipuzkoa un total de "27.046 respuestas de intervención social", incluyendo ahí las citadas entregas de bienes de primera necesidad y la atención a personas mayores "que no podían salir de sus casas a hacer la compra o ir a la farmacia". "En total hemos atendido a 36.400 personas, de las cuales 20.100 son mujeres".

La Red Ciudadana de Acogida -que la pasada semana organizó una manifestación en Donostia para reclamar que las instituciones no interrumpan las ayudas a los sintecho que están recibiendo cobertura social durante la pandemia- también ha detectado una mayor necesidad en los ámbitos en los que se mueve. "Llevamos más de un año haciendo reparto de comida los viernes (en la sede de SOS Racismo) a alrededor de 60 o 70 personas, y ahora estamos atendiendo a una media de 200. Y fijas semanalmente estamos dando comida a 17 familias nuevas".

Buena parte de los bienes que luego reparten los cogen del Banco de Alimentos de Gipuzkoa. "Lo que antes nos daba para un mes ahora se nos está acabando incluso en una semana", cuenta Montuschi: "Hemos comprado más gracias a donativos de la ciudadanía y también a establecimientos hosteleros que nos han donado la comida. Algunos son fijos (Gandarias, bar Pandora, Eroski, The Loaf, la tienda Txapartegi o la frutería Bara-tze) y otros nos han ofrecido ayudas puntuales. Todos son bienvenidos y animamos a que sean más los que ayuden a las asociaciones que estamos repartiendo comida y otros productos a los más necesitados".

Cáritas Gipuzkoa es otra de las asociaciones que centraliza la demanda de alimentos. Mes y medio después de comenzar el confinamiento, ya alertó de la difícil situación que estaban pasando muchas personas en el territorio y la semana que viene tiene previsto hacer otro balance de la situación. A finales de abril eran cerca de 400 las familias que habían acudido por primera vez a Cáritas para demandar ayuda. "El número de familias que no habían tenido contacto con nosotros y ahora nos llaman aumenta día a día. Son familias que podían vivir de una manera más o menos autónoma con sus propios medios y que ahora no pueden hacerlo", explicaba Jon Telletxea, responsable del área de acción territorial de Cáritas.

Las tres asociaciones han detectado cuáles son los sectores más perjudicados en esta crisis provocada por el coronavirus. "El perfil más numeroso es el de mujeres latinoamericanas que son empleadas del hogar o cuidan a gente mayor y que se han quedado sin trabajo o que trabajan muy pocas horas a la semana. Son gente que están en situación irregular aquí y que por eso mismo ni siquiera cumplen requisitos para acceder a ayudas. Además, los trámites son muy lentos. También personas que trabajaban en hostelería, que mandaban dinero a sus países y que por tanto no tenían ahorros, se han quedado sin nada y han acudido a nosotros con urgencia", explica Garazi Montuschi.

"El servicio doméstico es el trabajo más afectado. Ya de por sí es muy precario y ahora más todavía", señalan desde Cáritas, donde también han ayudado de forma puntual a familias "que están en ERTE y han tardado en cobrar la prestación, por lo que han necesitado ayuda para cubrir necesidades básicas".

"Nos hemos encontrado con situaciones de necesidad en personas que estaban en el umbral de la pobreza, pero que conseguían ingresos con una serie de trabajos digamos no oficiales, y que ahora se han quedado fuera del circuito del empleo y que no tienen ahorros", cuenta Sonia Archeli, de Cruz Roja: "La hostelería y la asistencia doméstica se ha notado mucho, porque todo eso se paró. Y ha afectado especialmente a mujeres solas con hijos. En este estado de emergencia nos hemos dado cuenta de que todos somos vulnerables y que los que lo eran antes ahora lo son más".

"Estamos hablando de cifras grandes de gente necesitada y que nos hace darnos cuenta de la realidad social", señala la presidenta de Cruz Roja Gipuzkoa, haciendo referencia la cantidad de personas atendidas entre todas las asociaciones: "No sé si se pueden sumar todas las cifras porque igual son familias que antes recibían de otras asociaciones y ahora se han acercado a la Cruz Roja". Lo que está claro es que está siendo una situación "compleja", pero a la que se está sabiendo dar "respuesta".

Si la situación actual es complicada, no parece que el futuro vaya a ser mucho mejor, al menos estos próximos meses. "La previsión es que las necesidades vayan en aumento. Seguimos recibiendo llamadas porque todo es muy inestable. Si no se reactiva el empleo, el panorama se presenta complicado", apunta Garazi Montuschi, que insiste en una petición de la Red Ciudadana de Acogida a las instituciones: "Vamos a pedir un comedor social, un espacio al que acudir la gente que no tiene alimento, que es algo básico. Nos parece algo urgente ahora mismo".

"Por ahora hay que cubrir las necesidades básicas, pero habrá que hacer una valoración más profunda de las necesidades. Con la Administración hay conversaciones fluidas para ver qué recursos se pueden movilizar porque las asociaciones no podemos responder a todas estas necesidades", señalan desde Cáritas.

Sonia Archeli, por su parte, dice que Cruz Roja Gipuzkoa seguirá haciendo su labor actual "hasta que la situación lo requiera", pero ya están pensando en la situación "posemergencia", centrándose "en dedicar fuerza al plan de empleo": "Tenemos un plan de empleo potente y ahí es donde vamos a volcar la energía para que la población recupere su bienestar".

"Llevo 24 años de voluntaria y nunca había vivido una situación de emergencia tan larga"

Cruz Roja Gipuzkoa

"Si antes repartíamos comida a 60 o 70 personas, ahora la media es de 200"

Red Ciudadana de Acogida

"El servicio doméstico, que ya de por sí es muy precario, es el trabajo más afectado"

Cáritas Gipuzkoa

"Los particulares y las empresas se están volcando en ayudarnos durante esta crisis"

Banco de Alimentos Gipuzkoa

Desde la Red Ciudadana de Acogida avisan de que "la previsión es que las necesidades actuales vayan en aumento"