- Euskadi registró el lunes dos nuevas muertes por COVID-19, con lo que alcanzó los 1.543 fallecimientos desde que comenzó la pandemia del coronavirus. Además, quedaron confirmados cuatro nuevos casos positivos mediante pruebas PCR y 62 por test rápidos.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno celebrado ayer, la consejera de Salud, Nekane Murga, dio a conocer los datos actualizados de la incidencia del COVID-19 en Euskadi, donde el domingo no se registraron ni fallecidos ni nuevos contagios por PCR por primera vez desde el inicio de la crisis sanitaria.

Los nuevos positivos confirmados a lo largo del lunes por PCR fueron cuatro, todos ellos en Araba, por lo que Gipuzkoa suma ya cinco días consecutivos en los que no ha detectado casos. Murga consideró estos positivos detectados el lunes “dentro de una variabilidad que puede estar dentro de estos dientes de sierra” que se dan durante la pandemia. En estos momentos, tal y como detalló la consejera, los profesionales encargados del seguimiento de los casos y contactos realizan las encuestas y valoran “si puede haber alguna relación o foco que pudiera justificar la cifra, pero la consideramos dentro de una variabilidad en el nivel de epidemia que tenemos actualmente”.

Además, el lunes se detectaron 62 casos mediante test rápidos, prueba que mide la inmunidad adquirida o los anticuerpos generados por una persona y pueden indicar una infección pasada.

Con estos nuevos datos, Euskadi acumula, hasta el momento, 13.522 casos positivos detectados mediante PCR, a los que hay que sumar los 6.372 casos detectados mediante test serológicos, de manera que el total de contagios desde el inicio de la pandemia es de 19.894. El 83,2% de los pacientes se han curado o han sido dados de alta, mientras que los hospitales vascos mantienen en sus UCI a 27 personas, cuatro de ellas en el Hospital Donostia.

En relación al pase a la fase 3, Nekane Murga indicó que el lunes enviaron al Ministerio de Sanidad el informe “cumpliendo los requerimientos para pasar a la fase 3”. Según afirmó la consejera de Salud, “no existen cambios en relación a la capacidad asistencial respecto a lo ya explicado en anteriores ocasiones”. Murga defendió que Euskadi ha demostrado, “en el momento más difícil de la pandemia, que es capaz de asumir una tensión hospitalaria gracias al trabajo en red”.

Además, respecto a la evolución epidemiológica, la responsable de la sanidad vasca cree que la cifra baja de nuevos casos “permite una gestión sosegada” de los infectados y sus contactos, gracias al Plan de Vigilancia y Control para la pandemia.