- Tras varias semanas de incertidumbre, caceroladas y polémicos debates (sobre todo en las redes sociales), el Ayuntamiento de Azkoitia no va a autorizar la ejecución del proyecto promovido por la empresa mercantil Larke 360 S.L. para construir una planta de gestión de residuos no peligrosos sobre una superficie de 36.898 metros cuadrados situada en el alto de Azkarate.

La publicación el pasado 6 de abril en el Boletín Oficial del País Vasco de la resolución por la que el departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco daba su visto bueno y autorización al proyecto generó un fuerte malestar en la villa del Urola; hasta tal punto que el alcalde, Javier Zubizarreta, tuvo que salir a la palestra para intentar calmar los ánimos de la ciudadanía.

Y lo hizo adquiriendo un doble compromiso: llevar a cabo, “cuando las condiciones de la pandemia lo hicieran posible”, una mesa redonda para conocer los puntos de vista de todas las partes que tienen algo que decir en torno a este asunto y no autorizar la ejecución del proyecto si no existía un acuerdo unánime en torno al mismo.

Pues bien, el primer edil azkoitiarra ha cumplido su palabra.

En cuanto a la primera parte de su compromiso, el edificio Elkargunea acogió la tarde del pasado jueves el esperado debate en torno al proyecto de la planta de residuos.

El acto se prolongó durante casi tres horas y media y contó con la participación de representantes de las cuatro formaciones políticas de la corporación local (PNV, PSE-EE, EH Bildu y Azkoitia Bai), de las empresas Larke 360 y Excavaciones Lagunak, del Ihobe (la Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco), de Baskegur y de los colectivos Urola Bizirik natur taldea, Azkoitia Garbi auzotarrak, Azkoitia Garbi plataforma y GuraSOS (también estaban invitados a participar representantes de los gremios locales, de Lapatx, de GHK y del Ayuntamiento de Astigarraga, pero no asistieron).

Sea como fuere, desde el inicio de la mesa redonda se pudo constatar la existencia de posiciones claramente a favor y en contra de la planta para la valorización de residuos proyectada en el alto de Azkarate.

Ante esa evidencia, fue en el momento de cerrar el debate cuando el alcalde azkoitiarra mostró su disposición a cumplir la segunda parte del compromiso que había adquirido públicamente semanas atrás. “En vista de que que no existe un consenso en torno a este proyecto, no voy a impulsarlo”, señaló Zubizarreta, que también avanzó que la decisión de no conceder la autorización necesaria para construir la planta para la gestión de residuos no peligrosos “se adoptará en la próxima reunión de la comisión territorial del Ayuntamiento, en la que están representados los cuatro partidos de la corporación municipal”.

En las últimas semanas, diferentes colectivos, empresas y partidos políticos de Azkoitia habían hecho públicos sus posicionamientos (algunos en reiteradas ocasiones) sobre la planta de valorización proyectada en Azkoitia. Sin embargo, la ciudadanía seguía sin conocer la postura respecto a este asunto del PNV y del PSE-EE, los dos partidos que conforman el equipo de gobierno municipal.

La portavoz socialista, Janire Igoa, aprovechó el debate del jueves para señalar que no estaba “ni a favor ni en contra” del proyecto planteado y para manifestar que la decisión en torno a la ejecución del mismo tenía que tomarse “con base a los informes técnicos elaborados por las instituciones competentes”.

Por su parte, el PNV de Azkoitia rompió ayer el silencio que ha mantenido hasta ahora “porque la complejidad del asunto nos ha llevado a ser prudentes y porque queríamos tener en cuenta lo dicho por unos y por otros en la jornada participativa organizada por el Ayuntamiento”.

En cualquier caso, el PNV anunció ayer su rechazo a la planta proyectada en Azkarate por tres motivos: “Porque consideramos que es más que una planta de Residuos de Construcción y Demolición (de las 183.000 toneladas previstas en su capacidad máxima, 20.000 toneladas no son residuos de obras), porque creemos que está sobredimensionada en relación a las necesidades de la comarca y porque no queremos ahondar en la división de este pueblo”. Por ello, la formación jeltzale apoya “la condición de unanimidad manifestada por el alcalde y el Gobierno Municipal”.

De todos modos, el PNV subraya que su posicionamiento respecto al proyecto de Azkarate “no quiere decir que negamos la existencia de un problema con los residuos, al igual que lo hizo la Mancomunidad de Urola Erdia en su momento”.

Por ello, la formación insta a la Mancomunidad a realizar “un exhaustivo análisis a nivel comarcal”. Y es que, recuerda, “en su día, con EH Bildu en medio, la decisión de dar una solución en Lapatx a los residuos de construcción y demolición fue aprobada por unanimidad en el marco de la Mancomunidad”. Entonces “no se pudo llevar a cabo por impedimento legal y estatutario”, por lo que le pide “que retome y profundice en aquel camino porque, hoy por hoy, Lapatx solo recoge los residuos de obras menores y hasta un determinado volumen”.

Conducta “manipuladora”. El PNV de Azkoitia acusó ayer a EH Bildu de haber buscado rédito electoral durante el confinamiento, “incitando una y otra vez a la crispación en vez de llamar a la calma”. Según los jeltzales, “Bildu aún no ha reconocido públicamente que la planta proyectada en Azkarate no es un vertedero, cuando sí lo ha hecho en privado”. Para el PNV “no es de recibo la conducta manipuladora” que la coalición ha mantenido “desde el primer minuto”, por lo que cree que, “sabiendo que la planta de Azkarate no se va a construir, le debe todavía al pueblo, en honor a la verdad, decir que el de Azkarate nunca fue el proyecto de un vertedero”.

“En vista de la falta de consenso existente, no voy a impulsar la construcción de la planta”

Alcalde de Azkoitia