unque el Artzai Eguna que se celebra todos los años en Ordizia quedó suspendido, el Ayuntamiento, la Cofradía del Queso Idiazabal de Ordizia y la Denominación de Origen del Queso Idiazabal no se dieron por vencidos. Como impulsores del primer sector y de los productores de queso, ayer por la mañana presentaron el XXVI nuevo queso Idiazabal con el tradicional corte de queso, que este año protagonizó el cocinero Unai Campo, del restaurante Porrue de Bilbao. Además, también se entregaron los premios de regularidad a las queserías La Leze y Goine.

La jornada se presentaba especial ya que, aunque al inicio se pensaba que el acto se realizaría en el salón de actos, como suele ser habitual, a última hora se decidió cambiar de lugar y realizarlo en el parque Oiangu, un tesoro. Si bien el paso del rebaño por el casco urbano es uno de los acontecimientos del Artzai Eguna, se quiso hacer un guiño y las ovejas de la familia Iztueta de la casa Intzartzu de Lazkaomendi llegaron hasta el parque hacia las 11.30 horas .

Para entonces, el alcalde de Ordizia, Adur Ezenarro; Jesús Mari Ormaetxea, gran maestre de la Cofradía del Queso Idiazabal de Ordizia; Miriam Molina, gerente de la Denominación de Origen del Queso Idiazabal; Xabier Arruti, director de Agricultura y Desarrollo Rural de la Diputación Foral de Gipuzkoa; y Bittor Oroz, viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, ya se habían situado en sus posiciones, que fueron marcadas por la organización en forma de equis, para mantener las distancias entre todos. Lo mismo ocurrió con los periodistas, que tuvieron una zona acondicionada para que pudiesen tomar fotografías y grabar desde la distancia, y respetando los dos metros de rigor. Algo hasta ahora inusual pero que fue muy destacado.

A las 12.00 horas todos los asistentes se sumaron al minuto de silencio en memoria de las personas fallecidas por el COVID-19. Al término del minuto de silencio, se otorgaron los premios a la regularidad. Como nadie podía entregarles los diplomas a los galardonados, fueron ellos mismos quienes los recogieron. Lo mismo ocurrió con Unai Campo, que tuvo que ponerse él mismo la medalla, coger el cuchillo que tiene grabado su nombre y la fecha, y cortar el queso. Su reacción no se hizo esperar: "Este queso huele a libertad, huele a que poco a poco vamos a ir recuperando nuestra normalidad". Más que orgulloso, declaró que siempre es un placer participar en eventos que tengan que ver con los productos locales. "A ver si de una vez nos entra en la cabeza que tenemos que apostar por lo nuestro, por nuestros productos y nuestros baserritarras. Si no, vamos a ir mal". Y a la pregunta que si el queso Idiazabal le parecía el mejor del mundo, respondió con una amplia sonrisa: "¡Pues claro que sí, de eso no hay duda!".

El alcalde, por su parte, subrayó que son "tiempos difíciles, especialmente para el sector primario", aunque no perdió la oportunidad de felicitar a las queserías por el trabajo realizado. Fiel defensor del mercado de Ordizia, mostró a las autoridades que durante los dos meses se habían sentido "abandonados" y pidió que no se olviden los apoyos necesarios para "mantener y reforzar las ferias que llevamos adelante, incluso con los recursos cada vez más escasos que tenemos los ayuntamientos en nuestros pueblos".

Tanto Arruti como Oroz destacaron la importancia de consumir producto local, e hicieron un llamamiento a la ciudadanía para que apueste por los productos kilómetro cero. Molina, por su parte, dio a conocer los datos de producción de 2019: "Asciende a 1.420.586 kilos", dijo, subrayando que ha sido una de las mejores cifras pero que hay que continuar apoyando a los productores de queso.

Esta edición se celebró bajo estrictas medidas de seguridad, respetando las distancias entre todos los asistentes