- El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tuvo que reconocer, en el discurso de apertura de la 73ª Asamblea Mundial de la Salud, que “a pesar de todo el poder económico, militar y tecnológico de las naciones, este pequeño microbio nos ha humillado”.

“Hace seis meses, habría sido inconcebible para la mayoría que las ciudades más grandes del mundo se quedaran extrañamente silenciosas; que las tiendas, restaurantes, escuelas y lugares de trabajo estarían cerrados; ese viaje global se estancaría; que simplemente darse la mano podría poner en peligro la vida”, se lamentó en un emotivo discurso.

“Cualesquiera que sean las lecciones que hay que aprender de esta pandemia, el mayor fracaso sería no aprender de ellas y dejar el mundo en el mismo estado vulnerable que era antes. Si hay algo positivo en esta pandemia, debe ser un mundo más seguro y resistente”, señaló Tedros ante jefes de Estado, de Gobierno y ministros, representantes de los 194 países de la OMS.

En este sentido, la OMS advirtió de que la mayoría de la población mundial sigue siendo susceptible a contraer el nuevo coronavirus (SARS CoV-2) y que en las regiones más afectadas no más del 20% de gente ha desarrollado alguna inmunidad, aunque en general ésta se sitúa en menos del 10%.

El presidente chino, Xi Jinping, anunció ayer que su país ofrecerá en los próximos años asistencia por valor de 2.000 millones de dólares para apoyar a los países afectados por la pandemia, en particular a las naciones más pobres.

También subrayó que las vacunas que China consiga desarrollar contra la enfermedad, que han causado más de 300.000 muertes en el planeta, “estarán disponibles como bien público global con el fin de que sean accesibles y asequibles para todos los países en desarrollo”.

Jinping defendió la gestión de la pandemia llevada a cabo tanto por su país como por el organismo de la ONU y recalcó que Pekín ha hecho “todo lo que estaba en su mano” para ayudar a otros países.

La OMS recibió ayer un claro apoyo de los países para seguir liderando la respuesta global a la pandemia, mientras que una primera evaluación independiente aprueba su actuación y señala que los países no pueden pretender transferirle sus propias responsabilidades.

“La respuesta de la Secretaría de la OMS al COVID-19 fue más rápida que frente a las epidemias del SARS y del MERS, pero esto no provocó una acción rápida por parte de todos los Estados”, concluye en su primer informe el Comité Independiente de Supervisión de la organización.

Por su parte, el secretario de Sanidad de EEUU, Alex Azar, aseguró que este organismo “fracasó en su misión” de compartir información con la comunidad internacional sobre la pandemia, y pidió que asuma sus responsabilidades por ello.