Gente habituada a caminar varios kilómetros al día, personas que sin ser grandes deportistas se enfundan dos o tres veces por semana las zapatillas y salen a correr, vecinos a los que les gusta andar en bicicleta de vez en cuando o aitonas y amonas que prácticamente no han pisado la acera desde hace más de un mes. Todos ellos están deseando poder salir de casa mañana.

NOTICIAS DE GIPUZKOA habla con cinco personas que responden a estos perfiles para conocer cómo han sobrellevado el encierro sin su práctica favorita y, sobre todo, si ya tienen planificado el día en que puedan empezar a retomar su rutina abandonada.

Algunos lo tienen claro, saldrán en cuanto puedan respetando las normas que se establezcan. Otros, en cambio, prefieren esperar a que pase alguna semana más y evitar así las aglomeraciones que ya se vieron la semana pasada con las salidas de padres y madres junto a sus hijos pequeños.

Lo que está claro es que todos están “con muchas ganas” de poder salir y aparcar los sucedáneos que han tenido que montarse en el hogar; ya fuese pateando la casa kilómetro a kilómetro, tirando de bicicleta estática para combatir las ganas de pedalear al aire libre o comprándose una cinta de correr con la que saciar su hobby.

El confinamiento ha incentivado el ingenio entre los guipuzcoanos, deseosos de poder salir a la calle de forma libre. Por el momento, se tendrán que conformar con una serie de limitaciones como no hacer deporte en pareja o grupos, mantener las distancias de seguridad, caminar por un ratio no superior al kilómetro y evitar las aglomeraciones y las charlas con otros viandantes.

Un primer paso para una libertad que todavía se ve lejana, pero que puede servir para acabar con el mono acumulado durante más de 50 días.