- En el hospital de Arrasate llevan ya más de una semana sin pacientes COVID-19...

-Hemos empezado un plan para la recuperación de la actividad en Osakidetza y hemos empezado contando con varios hospitales limpios. El nuestro es el primero en convertirse en un hospital que no ingresa pacientes COVID. Después de dar de alta a los pacientes, hemos tenido que tomar varias medidas. Por un lado, no ingresa ningún paciente hasta que la PCR que le hacemos sea negativa. A todos los pacientes que llegan a Urgencias y que consideramos que tienen que ingresar, les hacemos la prueba y hasta que no tenemos el resultado, tienen que permanecer en las instalaciones de Urgencias.

¿Y están adecuadas las Urgencias para ese tiempo de espera?

-Como tienen que permanecer unas horas, hemos adecuado las Urgencias, poniendo camas y aumentando la separación de los boxes. Si el resultado del análisis es positivo, tenemos que derivarlo al hospital de referencia, que es el Hospital Universitario de Araba (Txagorritxu); y si es negativo, va a planta. Otra de las cosas que hemos tenido que hacer es una limpieza exhaustiva y desinfección de todas las zonas que antes han tenido pacientes COVID.

¿Los han tenido en alguna planta concreta?

-En la tercera planta, pero también teníamos a los casos sospechosos en la segunda. Y de cara a empezar la actividad quirúrgica prioritaria y preferente, que de hecho ya hemos empezado, hemos hecho también una desinfección exhaustiva de toda el área quirúrgica y las unidades limítrofes.

¿Qué cirugías se van a poner en marcha?

Hasta ahora estamos realizando intervenciones quirúrgicas urgentes y oncológicas y ahora ya, empezamos con las programadas preferentes y prioritarias. Entre ellas, algunas que estaban pendientes y no se pudieron realizar por la pandemia. Y como somos un centro limpio de COVID-19 dentro de todo un sistema sanitario, posiblemente también ayudemos a hacer algunas intervenciones de otros hospitales que son prioritarias. Y de cara a activar la programación quirúrgica, lo que estamos haciendo es, antes de ingresar el paciente, de forma programada, un par de días antes, hacerle una PCR, un test ambulatorio, y tiene que ser negativo para ingresar en el hospital.

Empiezan otra etapa, entonces.

-Y luego, otro tema muy importante es que teníamos que testear que nuestros profesionales, tanto sanitarios como no sanitarios, no fueran portadores del virus. Hemos hecho test a todos, unos 600. Y lo que vimos era que la mayoría de nuestros profesionales eran negativos. Algunos tenían ya anticuerpos, porque en el proceso de atender a pacientes COVID se han contagiado y también hemos detectado algún caso positivo, siendo asintomático.

Inquietante lo de los asintomáticos. ¿Todo el mundo es sospechoso?

-En esta línea, para poder mantener las instalaciones y el servicio libre de COVID-19, nos vemos obligados a restringir las visitas y solo vamos a autorizar un familiar con mascarilla en los casos en que el paciente, por su dependencia o fragilidad, requiera de un acompañamiento; por lo demás, las visitas están restringidas.

Es una medida estrictamente necesaria, entiendo.

-Lo que hemos aprendido en estos meses es que teniendo pacientes y profesionales cumpliendo las normas que había que cumplir, ha habido familiares que son los que nos han contagiado, tanto a los profesionales como a los pacientes, con lo cual, no podemos exponernos a que entre ahora un familiar y sin mascarilla.

¿Cómo va a ser un hospital normal en los próximos meses? ¿A qué nos tenemos que acostumbrar?

-Nos estamos adaptando a la situación que se nos ha planteado con la pandemia. Ahora mismo, con los casos que tenemos, hemos podido convertirnos en un hospital limpio y vamos a iniciar la actividad, pero con una prudencia muy importante. Vamos a tener unas medidas en todo momento muy exhaustivas; durante bastantes meses.

¿Y las consultas externas?

-Bueno, en nuestro caso no es el mismo edificio, pero vamos a tener que articular medidas de protección para no contaminarnos en mucho tiempo, hasta que deje de circular el virus. En este momento, todos estamos en una situación que no es de normalidad.

¿Cómo recuerda esa primera llamada, diciendo que les envían un paciente? ¿Cómo han sido todas estas semanas antes de dar de alta al último COVID hace diez días?

-Todos hemos vivido con una incertidumbre porque nos enfrentábamos a algo desconocido y hemos ido aprendiendo. Teníamos la experiencia de China, Italia y luego Araba, donde estábamos viendo las necesidades que íbamos a tener. De hecho, nosotros preparamos un plan de contingencia, dos zonas del hospital: 17 habitaciones con 34 camas más que finalmente no nos han hecho falta.

¿Así que estaban preparados para dar más soporte si hubiera sido necesario?

-Efectivamente. Y quiero poner en valor una cosa. Nosotros hemos tenido un papel importante de la atención primaria, en la que hemos puesto consultas específicas de pacientes posibles COVID, en las unidades de Aretxabaleta, Oñati, Bergara y en Arrasate; y hemos puesto también una atención telefónica continuada, 24 horas, atendido por médico, enfermera y matrona y esto nos ha hecho contener mucho en el domicilio a pacientes que no han llegado a nuestras Urgencias. Y esto ha hecho que podamos atender mejor a los pacientes que han estado peor.

¿Ha descendido mucho el número de atenciones en Urgencias?

-Si teníamos una media de unas 110 urgencias diarias de media al año, ahora estamos alrededor de 50 urgencias diarias y es porque los procesos leves no han venido. Y eso para nosotros es muy importante. Y en ese sentido, quería agradecer cómo se ha comportado la población de Debagoiena.

¿Ha sido fundamental en la lucha contra el COVID-19?

-Ese descenso de las Urgencias ha sido muy importante para nosotros. Y luego también ha sido muy importante el servicio de hospitalización a domicilio. Nuestro servicio de medicina interna, que es el que atiende a los pacientes ingresados COVID, ha sabido, en coordinación con hospitalización a domicilio, dar altas precoces que continuaban su tratamiento en su casa y hemos podido liberar camas para otros pacientes. Eso nos ha hecho que en ningún momento nos saturáramos.

¿Cuántos pacientes COVID han llegado a tener y cuántas camas tenían habilitadas?

-Para COVID-19 teníamos una planta con 44 plazas y otras 44 para sospechosos en otra planta. Yo creo que hemos tenido, en la última semana de marzo, unos 30 COVID y 12 sospechosos, porque algunos pacientes tardaban días en positivizarse; pero además había cerca de 20 en hospitalización a domicilio. Si no llega a existir ese servicio, esos pacientes hubieran estado ingresados.

¿Un trabajo en equipo?

-Y hemos puesto también más coches para los servicios de atención primaria, para acudir a domicilios y esos coches de más, en algunos casos, han sido cedidos por concesionarios. O sea que hemos logrado una estructura bastante comunitaria que ha hecho que el número de pacientes ingresados en el hospital se haya contenido y no nos hayamos desbordado ni saturado en ningún momento.

¿Cuándo nos vamos a poder romper la escápula tranquilamente?

-Nosotros vamos a atender al paciente de la misma forma que siempre, lo único es que vamos a tener que estar un ratito más en Urgencias, para que hagamos la prueba, que ahora mismo la están haciendo todavía en Gasteiz; así que va a haber que esperar unas horitas. Pero si la intervención es urgente y hay que subir a quirófano, tenemos unas medidas de protección adecuadas: un cambio de las presiones de quirófano€ Es decir, hay unos circuitos por si hay que meter a una persona que no sabemos si es COVID o no, pero hay que atenderla.

¿Muchas de estas nuevas medidas han venido para quedarse?

-Claro que son para quedarse durante un tiempo. Hemos establecido circuitos: un circuito de Urgencias a radiología para los posibles COVID, por un lado, y el circuito limpio, por otro. Hemos establecido circuitos en todos los ámbitos de la asistencia, en quirófano, en Urgencias, en plantas, en ascensores€; y en atención primaria, lo mismo. Y luego, todo el tema de protección de los trabajadores de las admisiones: hemos puesto mamparas en todos los centros.

Habrán sido bastantes los que han pasado la enfermedad en casa con síntomas leves.

-Seguro. Por un lado, los que hemos tenido en hospitalización a domicilio y, por otro, los que hemos tenido atendidos por sus médicos de familia o enfermeras, porque ha habido pacientes que tenían síntomas, pero que eran leves y podían estar en casa. El que el paciente haya estado en su domicilio ha sido esencial, porque si no habría sido una sobresaturación del sistema sanitario.

"Lo que hemos aprendido

en estos meses es que, aun cumpliendo profesionales y pacientes las medidas, algunos familiares nos han contagiado"

"Las Urgencias han bajado mucho: de una media diaria de 110 a 50; y eso ha hecho que podamos atender mejor a los que peor están"

"En marzo llegamos a tener unos 30 COVID en una planta, 12 sospechosos en otra y cerca de 20 personas en hospitalización domiciliaria"

"La atención primaria ha sido clave; hemos logrado una estructura comunitaria que ha contenido el número de ingresos en el hospital"

"Tras dar las últimas altas, se ha realizado una limpieza exhaustiva y desinfección de todas las zonas donde ha habido pacientes COVID"

"En Arrasate ya no ingresa ninguna persona hasta que la PCR que le hacemos sea negativa y nos vemos obligados a restringir visitas"