- El lehendakari, Iñigo Urkullu, cree que después de “tres durísimas semanas” de pandemia de COVID-19 ahora se puede afirmar “con toda la prudencia” que hay “factores objetivos” que “permiten entrever una perspectiva positiva”, aunque no se puede “bajar la guardia”.

Así se pronunció Urkullu ante el comité asesor de ayuda del Plan Vasco de Protección Civil de Euskadi que se reunió ayer en Gasteiz. Basó su “perspectiva positiva” en tres datos: la reducción del porcentaje de positivos en los test, el hecho de que “por primera vez en las últimas semanas” los hospitales están registrando más altas que nuevos ingresos y en que el plan de contingencia de las camas de unidades de cuidados intensivos (UCI) “está respondiendo a las necesidades”.

“En todo caso, no bajamos la guardia”, aseguró Urkullu, que lamentó el fallecimiento de personas que no han podido superar la enfermedad y se mostró especialmente preocupado por las consecuencias de la pandemia en las personas mayores, dado que el 87% de los muertos superan los 70 años. De hecho, la situación de las residencias de mayores y la atención a la plantilla de Osakidetza son los “dos focos principales de preocupación” para el Gobierno Vasco.

En el caso del personal sanitario y sociosanitario Urkullu dijo que se continuará haciendo un esfuerzo de prevención, para lo cual se seguirán “multiplicando los test” de detección a estos profesionales y “dotándoles de los materiales necesarios de protección”. Asimismo, se tomarán “cuantas medidas sean necesarias para facilitar las mejores condiciones para el desempeño” de su trabajo y para reforzar la plantilla se seguirán incorporando personas recién jubiladas, recién tituladas o estudiantes de últimos cursos.

En cuanto a las residencias de mayores, lugares de “especial incidencia” del virus, Urkullu subrayó el compromiso de su Gobierno y de las diputaciones forales “de ofrecer la atención más digna, profesional y diligente posible”.

Anunció que habrá un apoyo asistencial a las residencias desde las unidades de Atención Primaria y Hospitalización a Domicilio y la creación de nuevas unidades para mayores que han contraído la enfermedad que aportarán casi 400 camas (105 en Donostia).

El lehendakari puso en valor la colaboración entre el Gobierno Vasco, las diputaciones forales y los ayuntamientos. “La colaboración es una de nuestras principales fortalezas. Remamos en la misma dirección”, dijo Urkullu.