Madrid - El Gobierno aprobó ayer para enviarlo al Congreso el proyecto de ley educativa que lidera la ministra de Educación, Isabel Celaá, con el que se derogará la Lomce y se quitará peso a la Religión a la vez que se eliminará la "demanda social" para poder abrir plazas en los centros concertados.

La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, acompañaron a Celaá en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros para respaldar una norma con la que, subrayaron, no habrá "segregación" del alumnado ni en el acceso ni a la salida del sistema educativo.

Celaá, que defiende la educación pública como eje vertebrador del sistema, enfatizó: "No se puede segregar a ningún niño por razones socieconómicas u otras causas".

Aprobado en 2019 El texto de la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE) -conocido también como ley Celaá- se aprobó por segunda vez ya que la anterior, el 15 de febrero de 2019, no pudo pasar al Parlamento para su debate tras convocarse elecciones anticipadas. Y aunque ahora hay un Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, el proyecto mantiene los mismos puntos que el pasado año, algunos de ellos criticados por la oposición y asociaciones y sindicatos de la concertada y de escuelas católicas.

Celaá explicó que la asignatura de Religión será de oferta obligatoria para los centros y voluntaria para el alumnado, pero no tendrá asignatura alternativa.

Sobre la concertada, la reforma educativa elimina el término de "demanda social" que fija la Lomce para abrir plazas en estos centros, a la vez que establece que se concertará "preferentemente" a los que no separan por sexo a los estudiantes.

Y sobre el castellano señaló que la LOMLOE respeta la Constitución y las sentencias del Tribunal Constitucional al respecto y se fija que "al final de la enseñanza obligatoria todos los alumnos de este país tendrán conocimiento y capacidad de uso del castellano, lengua oficial del Estado y de la lengua cooficial de su respectiva comunidad conforme al estatuto vigente.

El proyecto de ley es "la primera pieza y piedra angular de una profunda transformación del sistema educativo, ambiciosa, exigente, de largo alcance, responsable con nuestros menores y su futuro", sostuvo Celaá, que dijo que se hará hincapié en la etapa de 0-3 años.

La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, subrayó que el Ejecutivo defiende "una educación de calidad" para garantizar "la equidad y la inclusión", que "nadie se quede atrás" y "vuelva a funcionar" la educación como "ascensor social".

A la ministra de Igualdad, Irene Montero se le preguntó por su opinión sobre la reforma educativa y se limitó a contestar: "No tengo nada que añadir a lo que ha dicho la ministra de Educación".

Por su parte, el exministro de Educación José Ignacio Wert, impulsor de la vigente Lomce, considera que la reforma educativa aprobada ayer tiene una visión "dogmática y trasnochada" del sistema educativo, incorpora medidas que "bordean lo cómico" y ha sido elaborada con menos participación incluso que la Lomce que pretende derogar. "Lo peor de la reforma es todo, porque es una contrareforma", resumió.

Otros puntos de la reforma es la obligación de estudiar Valores Éticos y Cívicos en un curso de Primaria y otro de Secundaria, la posibilidad de aprobar el Bachillerato por compensación en caso de superar todas las materias salvo una o limitar la repetición de curso.

Habrá evaluaciones de diagnóstico en Primaria y Secundaria pero se eliminan las "reválidas" que marcaba la Lomce aunque no se han puesto en funcionamiento.

Desde la oposición se han sucedido las críticas a la Lomloe y si el lunes el PP pedía su retirada, ayer Ciudadanos presentó en el Congreso una proposición no de ley para la paralización de la tramitación de este norma para "la defensa del derecho a la libertad de elección de las familias ".

La comunidad educativa también reaccionó, algunas entidades valorando que se busque derogar los puntos más criticados de la Lomce, pero otras rechazando que se quite peso a la concertada y a Religión. El periodo de tramitación en el Parlamento, donde se espera que los diversos partidos presenten sus enmiendas, se abrirá en breve.