donostia - Stop Desahucios alerta de que los fondos buitre han puesto el foco en Donostia como destino de su "lucrativo" negocio. Tras la irrupción de Blackstone en una promoción de viviendas de VPO de alquiler en Benta Berri, la plataforma advierte ahora del peligro de que 300 familias donostiarras se queden en la calle tras la adquisición de Inmobiliaria Vascongada por parte del fondo buitre Azora.

Según advirtió esta plataforma, Azora ha comprado en Donostia catorce bloques de viviendas (los números 8 y 10 de Gran Vía, Zabaleta 55, Bermingham 1, Ijentea 2, los números 12,14 y 20 de la calle Salud y el 35, 37, 39, 41, 43 y 45 de Ategorrieta), en los que viven 300 familias, a las que no está prorrogando los contratos de arrendamiento. "Hace unos meses empezamos a ver cambios evidentes en la política de la inmobiliaria. De renovar con normalidad los contratos, pasaron a enviar burofaxes a los inquilinos, notificándoles la finalización de los mismos en la fecha de vencimiento", denunció el portavoz de las familias afectadas, Iñaki Setién, que explicó que los arrendados, que pagan un alquiler mensual medio de entre 500 y 700 euros, percibieron también que muchas de las viviendas no han vuelto a ser alquiladas.

Setién insistió en una rueda de prensa en Donostia en que existe un "riesgo real" de que estas personas se queden "en la calle", y recordó que Azora es "el fondo buitre que en 2013 compró 3.000 viviendas de VPO de alquiler de Madrid y expulsó a la mayoría de los inquilinos al incrementarles las rentas más del 100%".

Este fondo ha adquirido también un buen número de viviendas en Barcelona y "ahora llega a Donostia, el segundo mercado de alquiler más caro" del Estado, "con intención de seguir especulando".

Laura Fernández, estudiante de Neurociencia, es una de las inquilinas afectadas por la presencia de Azora en Donostia. Vive en un piso de 100 metros cuadrados en la calle Bermingham del barrio de Gros junto con otras tres compañeras, un alojamiento por el que pagan un alquiler mensual de 1.600 euros y cuyo contrato finaliza el próximo mayo.

Fernández lamentó que una vez expire su contrato, no tendrán "a dónde ir", porque "el problema de Donostia no es ya solo que el precio el alquiler sea abusivo, sino que no hay viviendas".

Esta joven explicó, además, que en su edificio vive "mucha gente mayor", que está pagando una "renta antigua" y que ahora se están viendo "en la calle".

A juicio de Stop Desahucios, "esta es la consecuencia de la pasividad y ausencia de regulación del Gobierno Vasco saliente en materias como el control de los precios del alquiler, que eviten que los fondos buitre aterricen en Donostia y en la CAV; la movilización de las viviendas vacías y su penalización; y la proliferación de los pisos turísticos y de plazas hoteleras".

Todo ello ha provocado que "la vivienda en Donostia se haya convertido en un negocio lucrativo, con los alquileres más caros, cuya consecuencia es el incremento de los desahucios por impago del alquiler o por finalización de los contratos". "El uso social y no lucrativo de las viviendas recogido en la Ley Vasca de Vivienda viene siendo papel mojado", censuró.

Ante esta situación, Stop Desahucios llama a participar en la concentración que tendrá lugar este sábado, a las 12.00 horas, en las inmediaciones la sede de Inmobiliaria Vascongada, en el número dos de la calle Ijentea, frente al Ayuntamiento.