donostia - Cuatro personas, presuntos miembros de un grupo especializado en robos en viviendas que habrían actuado en diferentes puntos del Estado, ingresaron en prisión tras ser detenidas en Tolosa, donde la Ertzaintza halló “marcas” en más de 70 pisos de esa localidad a los que supuestamente pensaban acceder.

Al comienzo de febrero, la Policía vasca supo que los Mossos d’Esquadra habían alertado sobre tres individuos de nacionalidad georgiana que presuntamente integraban una banda dedicada al robo en domicilios y que ya habían delinquido en Catalunya en los últimos meses, entre otras comunidades autónomas.

Esa información se sumó a las investigaciones que la propia Er-tzaintza estaba desarrollando debido a diversos robos perpetrados en viviendas de Gipuzkoa en 2019 y este año con el mismo modus operandi que el señalado por los Mossos, informó ayer el Departamento vasco de Seguridad. Este grupo, que se movía con vehículos de alquiler, solía marcar un número “importante” de viviendas con hilos de silicona o métodos similares para cerciorarse de que podían robar sin ser sorprendidos por sus propietarios. Posteriormente, abrían las puertas de los pisos con ganzúas, por lo que no causaban daños, y después revisaban a fondo las habitaciones en busca de objetos de valor.

El pasado sábado, la Policía vasca detectó la presencia de los tres sospechosos, acompañados en esta ocasión por una cuarta persona, e inició una operación de vigilancia durante la que identificaron dos turismos, ambos de alquiler, que usaban para sus desplazamientos.

También observaron que los cuatro “realizaban movimientos tendentes a detectar un potencial dispositivo policial”.

En la madrugada del domingo, los ertzainas observaron que los sospechosos se dirigían a Tolosa, donde los investigadores comprobaron cómo entraban y salían de varios portales.

Los agentes supusieron que estaban comprobando las marcas que habrían dejado la noche anterior, extremo que constaron posteriormente al localizar más de 70 de esos indicativos en viviendas de la zona.

Los policías recibieron, además, información de que una vecina de ese barrio había telefoneado a la Ertzaintza para denunciar que dos individuos habían accedido a su domicilio, por lo que ella se había escondido “para evitar cualquier enfrentamiento” y en ese momento desconocía si habían llegado a robar algo.

Tras esta comunicación, hacia las 6.00 horas, los investigadores detuvieron a los cuatro presuntos ladrones y registraron los dos vehículos, en los que hallaron ocho jeringuillas con una sustancia transparente, probablemente pegamento para marcar las viviendas, así como cuatro botes con el mismo líquido transparente.

Encontraron también varios pares de zapatillas de deporte de marcas conocidas, cuyo robo fue denunciado poco después por parte del morador de una vivienda de la calle Larramendi, ubicada en la misma zona. Uno de los sospechosos portaba además una ganzúa.

Después de ser puestos a disposición judicial, el magistrado encargado de instruir el caso ordenó anteayer su “inmediato” ingreso en prisión. - Efe