donostia - La apuesta vasca por un futuro sin emisiones de CO2 y su estrategia contra el cambio climático, reafirmada el pasado 30 de julio con una declaración institucional del propio lehendakari, Iñigo Urkullu, se vio reforzada ayer con la declaración de emergencia climática decretada por el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, que en su segundo Consejo de Ministros anunció su determinación de luchar contra el calentamiento global y avanzó una serie de medidas “urgentes” encaminadas a conseguir una economía neutra en emisiones de gases de efecto invernadero de cara a 2050. Países como Irlanda, Canadá, Francia y Argentina ya habían declarado el estado de emergencia climática entre mayo y julio del año pasado; también el propio Gobierno Vasco y la Generalitat de Catalunya, junto a varias regiones y ciudades en todo el mundo. Ni el PP criticó la medida, aunque atacó nuevamente al presidente Pedro Sánchez.

El paso dado por el Ejecutivo en coalición (PSOE y Podemos) sitúa al Estado español entre los países pioneros en su lucha contra el calentamiento global. El Gobierno se compromete con un sistema eléctrico 100% renovable, un parque de turismos y de vehículos comerciales neutro en emisiones y un sistema agrario no contaminante, así como a presentar el segundo Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático. Se aprobará un Plan de Acción de Educación Ambiental para la Sostenibilidad antes de que acabe el año y se pondrá en marcha un Plan Nacional de Salud y Medio Ambiente. Euskadi ya había movido ficha seis meses antes.

Fue el propio Urkullu, arropado por los consejeros de su Gobierno, quien leyó una declaración institucional en la que se situó esta cuestión “como un objetivo central de nuestro país”, con la intención de que Euskadi pueda liderar el “desafío” del cambio climático y convertirlo en “una palanca de transformación hacia una economía más competitiva y climáticamente neutra”,. Para el lehendakari, esta apuesta representa una serie de “oportunidades para un crecimiento económico más sostenible, el desarrollo de nuevos sectores de actividad y la generación de empleos de mayor calidad”.

Es “una apuesta global” -dijo Urkullu- por la que “adquirimos el compromiso de nuestra generación actual con las venideras”. Anunció que una parte del presupuesto anual de su Ejecutivo se destinaría a actuaciones con impacto en el cambio climático”. Todo ello, acompañado de una “política industrial, fiscal, energética, de investigación e innovación que sirva de revulsivo”, añadió.

La declaración de emergencia climática y ambiental realizada ayer por el Gobierno español es una llamada hacia una transformación urgente y necesaria, dicen. Sánchez se había comprometido a ello en su discurso de investidura.

neutralidad climática en 2050 El camino ya estaba marcado antes. No solo por los países citados (Irlanda, Canadá, Francia y Argentina), sino porque en noviembre de 2019 el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que declaraba la emergencia climática, convirtiendo a Europa en el primer continente con una declaración por el clima.

La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, fue la encargada de anunciar esta medida y se comprometió a adoptar una serie de acciones urgentes durante los primeros 100 días de mandato del nuevo Ejecutivo, como la remisión al Parlamento de la Ley de Cambio Climático y la definición de la senda de descarbonización para la neutralidad climática en 2050.

También anunció la creación de una asamblea ciudadana del cambio climático, que incluirá la participación de los jóvenes.