donostia - El grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha determinado las características de una serie de tormentas convectivas -con fuertes movimientos verticales y gran precipitación- en Júpiter y han concluido que se generan por condensación de agua y son "tan energéticas" que provocan la ruptura de un ciclón, informó ayer la UPV/EHU.

Los investigadores, de la Escuela de Ingeniería de Bilbao, estudiaron durante un año unas tormentas convectivas registradas en Júpiter en febrero de 2018, y detectaron un fenómeno no habitual: esas tormentas se desarrollan normalmente en regiones ciclónicas, pero en este caso se detectaron "dentro" de los ciclones.

Por ello analizaron la "interacción" entre las tormentas y el ciclón, y observaron que pese a estar activas unos pocos días, "fueron tan energéticas que modificaron totalmente la estructura y la dinámica del ciclón, y generaron una gran cantidad de turbulencia en su interior que terminaron por romperlo en dos estructuras".

Para llevar a cabo este estudio, los expertos contaron con imágenes captadas por astrónomos amateurs, y también por miembros del propio grupo de Ciencias Planetarias a través del telescopio espacial Hubble, de la cámara JunoCam -de la misión Juno que órbita alrededor de Júpiter- y de telescopios del observatorio de Calar Alto, en Almería.

"Tuvimos conocimiento de estas tormentas gracias a las observaciones de personas aficionadas a la astronomía, que ciertamente nos proveen de un seguimiento prácticamente continuo de la actividad meteorológica de Júpiter", relató Peio Iñurrigarro Rodriguez, miembro del grupo de Ciencias Planetarias.

Además de analizar las imágenes obtenidas, el grupo de investigación ha realizado simulaciones numéricas tanto del ciclón como de la perturbación que sufrió como consecuencia de las tormentas. Para ello, han utilizado un modelo numérico de circulación atmosférica adecuado a las características de la atmósfera de Júpiter.

Entre las características que han intentado determinar mediante las simulaciones, se encuentra la naturaleza de las tormentas, es decir, cuánta energía liberaron y cuál fue la fuente de esta energía. Según indicaron los investigadores, en las tormentas convectivas los movimientos producidos son consecuencia de la energía que se libera en la condensación de los diferentes gases que pasan a formar las nubes en expansión observadas.

En este caso, apuntó Iñurrigarro, "los candidatos más importantes eran el amoniaco, principal componente de las nubes visibles del planeta, y el agua, mucho más profunda en la atmósfera y difícil de observar". - E.P./Efe