El tercero. El 00750 es de esos números que se califican como feos. Por este motivo solo se vendieron dos décimos: uno en el donostiarra barrio de Egia y otro en Trintxerpe, Pasaia. En total este peculiar número dejó en Gipuzkoa 100.000 euros, 50.000 por décimo.

Dos quintos. Además, pequeños pellizcos de dos quintos premios dejaron un total de 36.000 euros en Gipuzkoa. El 66212 se vendió en Donostia, Urretxu y Aretxabaleta, un décimo por administración y dejando 6.000 euros en cada una de ellas. Casi al final del sorteo salió el 81610, con dos decimos vendidos en el barrio donostiarra de Intxaurrondo y otro en la librería Los Encantos de Irun

El número 62246 resultó

agraciado con el Gordo en San

Andrés, un populoso barrio obrero de Arrasate, dejando 180 millones en 2013.

donostia- La Lotería de Navidad ha dejado una muy pobre cosecha en Gipuzkoa, territorio en el que se han repartido un total de 136.000 euros entre Donostia, Urretxu, Pasaia, Aretxabaleta e Irun.

Lo que este tradicional sorteo ha devuelto a los guipuzcoanos queda muy lejos de lo que estos han gastado en participaciones, 42,6 millones de euros, un 2,56% más que el pasado año, con un gasto por habitante de 59,16 euros.

El tercer premio, 00750, es un número de esos difíciles, que cuesta que gusten y entren por la retina. Pero, pese a todo, en Gipuzkoa se vendieron dos décimos: uno en la administración número 23 de Donostia, situada en la calle Virgen del Carmen, 45 y otro en la de la calle Azkuene, 2 de Trintxerpe, Pasaia.

En ambos casos los décimos se vendieron a través de la terminal de las citadas administraciones, cuyos titulares se apresuraron a expresar su alegría de la forma más habitual en estas ocasiones, descorchando botellas de cava y compartiéndolo con los vecinos y conocidos que se acercaron.

Natalia Salbide es la propietaria de la administración de lotería de Virgen del Carmen, en el donostiarra barrio de Egia donde, según señaló, no se había vendido un premio de Navidad en dos décadas, tiempo que lleva al frente del negocio.

De ahí que, pese a haber vendido solo un décimo por ser este un número de esos que se consideran feos, se mostrara muy satisfecha y contenta y compartiera su felicidad con un grupo de vecinos y amigos que se apresuraron a acercarse hasta una administración muy conocida en el barrio.

Además de estos dos décimos del segundo premio, a Gipuzkoa llegaron otros 36.000 euros.

premios tardíos El número 66212, correspondiente a uno de los quintos premios del sorteo, dejó 6.000 euros en el estanco de Edurne Elgarresta, en Urretxu, otros 6.000 en el bar Gurea de Aretxabaleta e idéntica cantidad en la administración número 5 de Donostia, ubicada en la plaza José María de Sert de Benta Berri. En cada uno de estos tres establecimientos se vendió un décimo del 66212.

Cuando el sorteo llegaba a su fin, a las 13.12 horas y en el noveno alambre de la novena tabla, salió del bombo el 81610, dotado con 60.000 euros a la serie. Otra vez el cero en una jornada en la que esta terminación sonó en numerosas ocasiones por boca de los niños y niñas de San Ildefonso, por vez primera cuando cantaron el madrugador Gordo, el 26590.

Un puesto de revistas y prensa situado en número ocho de paseo Sagastieder, en el barrio de Intxaurrondo de Donostia, vendió dos décimos del 81610, repartiendo 12.000 euros, y la librería Los Encantos de Irun otro más, 6.000 euros.

Y nada más en Gipuzkoa, en una jornada que fue, más que nunca, la de la salud ya que el monto total repartido ha sido uno de los más bajos de los últimos años y ha dado para pocas alegrías.

En el sorteo de 2018 las cosas fueron bastante mejor. Gipuzkoa consiguió recuperar tres millones de los 41,5 que se gastaron y el Gordo dejó su estela en Donostia, Lasarte-Oria y Zarautz, donde se repartieron 1,6 millones de euros.