donostia - La convocatoria de la primera Oferta Pública de Empleo (OPE) dirigida a personas con discapacidad intelectual en Gipuzkoa ha causado una gran expectativa en el territorio. Un total de 150 personas (la mayoría con experiencia laboral previa, ya sea en formato de servicio ocupacional, con contrato o mediante un empleo con apoyo ) se preparan para realizar los exámenes que les abrirán las puertas a tres plazas en la Diputación para desempeñar labores de servicios generales y archivo. Además, quienes aprueben la oposición pero no consigan una de las tres plazas, pasarán a engrosar una bolsa de trabajo, lo que convierte esta convocatoria en una oportunidad única para la integración real de las personas con discapacidad intelectual en la Administración pública, una realidad que hasta ahora les ha sido negada. La cita será el próximo 25 de marzo en Ficoba, pero la cuenta atrás ya ha comenzado. Tienen por delante cuatro meses para preparar el que probablemente sea el examen más importante de sus vidas.

Ese espíritu se respira al menos entre los opositores, así como entre las personas que les acompañan en este proceso. Y es que entidades como Gureak o Atzegi se han volcado en el acompañamiento de los examinandos. “Es un reto para todos, primero para ellos, pero también para nosotros, que hasta ahora no nos habíamos enfrentado a algo así, como para la propia Diputación”, reconoce Patricia Ayo, técnica de Atzegi.

Las dos organizaciones ofrecen cursos de formación individualizados y adaptados a las necesidades de los aspirantes, de manera coordinada. Así, mientras en Gureak se celebran tutorías que ofrecen a los aspirantes herramientas y técnicas para un mejor estudio, en Atzegi se celebran sesiones formativas “puras y duras”. “Tanto desde Gureak como desde Atzegi veíamos la necesidad de ofrecer apoyo a estas personas y queríamos coordinarnos para ver qué podía ofrecer cada entidad. La clave era ofrecer alternativas diferentes, complementarnos más que competir”, subraya Ayo.

comprensión y memorización Lo primero que hay que tener en cuenta es que un proceso complejo como es una oposición, es aún más dificultoso para personas con severos problemas de estudio. “Hay que tener en cuenta que llegan con unos procesos de aprendizaje complicados; en el colegio, el tema de los exámenes y de estudiar no ha sido sencillo para ellos. Tienen dificultades de comprensión y de memorización, pero les remarcamos mucho que son unos valientes, porque lo fácil sería no presentarse”, subraya Jokin Larraza, técnico del departamento de orientación de Gureak.

Tomando de base esta realidad, una de las principales preocupaciones de los profesionales era que los opositores “se desanimaran” al enfrentarse a algunas materias del temario, especialmente aquellas más teóricas que tratan sobre la Constitución española o la composición de las administraciones. “Para estas personas es muy importante que el aprendizaje sea funcional y teníamos miedo de que con estos temas tan densos se fueran desmotivando, pero la verdad es que ha sido todo lo contrario. Desde que han empezado las formaciones están súper ilusionados”, asegura Ayo. Una sentencia que también comparten en Gureak. “Sienten la dificultad, pero están muy motivados”, dice Larraza.

Y es que tanto ellos como sus familias son conscientes del “hito histórico” que supone esta convocatoria. Así lo señala Aitor Carrasco, de 38 años y vecino de Lasarte-Oria, que no duda en calificar esta oportunidad como “la más importante” de su vida. Carrasco compagina su trabajo en la biblioteca municipal de Lasarte-Oria con un empleo en Gureak y, tras cinco años desempeñando estas labores, afirma estar “encantado de la vida”, porque le “gusta mucho” el trabajo y se “lleva bien” con todos sus compañeros. Sin embargo, no se conforma. “Quiero estudiar y aprender más cosas para tener un trabajo de verdad”, explica. El proceso no ha hecho más que empezar y, aunque es “duro”, se muestra muy “ilusionado”. “Las profesoras son muy guapas -bromea, para enseguida añadir- y muy buenas. Me ayudan mucho y desde Atzegi también me están apoyando. La verdad es que estoy encantado de la vida”, asegura. Además, Carrasco recibe el apoyo de su familia, que le “anima” en este camino. “Ojalá todo salga bien y apruebe, aunque no es tan fácil ¡eh!”, advierte.

Nekane Morcillo, donostiarra de 36 años, también sonríe tras una sesión en la que han repasado la Constitución española, uno de los temas más densos del temario. “De momento va bien, estoy animada, no sabría decirte qué me está costando más, es todo parecido”, señala mientras repasa sus apuntes.

Ella, al igual que Carrasco, es la primera vez que se enfrenta a unas oposiciones -ya ha habido convocatorias similares para la Administración General del Estado-, y lo hace “ilusionada”, un estado de ánimo que comparte con su familia: “Están muy contentos y me animan a hacerlo”.

Morcillo también conoce de primera mano la experiencia laboral. Participa en el programa Empleo con apoyo de Gureak en la empresa Urkabe Benetan de Errenteria, donde ayuda en las labores de empaquetado. Está “contenta” allí, pero quiere “mejorar, cambiar de aires”, y reconoce que trabajar en la Diputación le “atrae”.

La misma ilusión presenta Enrique Amilibia, que compagina su exitosa carrera como actor y monologista -en las próximas semanas recibirá un premio en Barcelona-, con los estudios para la oposición, actividades ambas que cuentan con el visto bueno de su familia, que le apoya en todo el proceso. “Es una gran oportunidad”, asegura.

trabajar la frustración Sin embargo, canalizar toda esta ilusión también es una tarea en la que se centran los formadores. “Hemos sido muy claros desde el principio y les hemos explicado que hay tres plazas y 150 personas. Pero también les hacemos ver que el simple hecho de que se puedan presentar es una oportunidad inmejorable. Es un hito, nunca antes lo han podido hacer y esto les tiene que servir porque en el futuro seguro que hay nuevas convocatorias, mejores y más adaptadas”, explica Ayo, al tiempo que Larraza completa: “Hay algunos que ya han hecho otras oposiciones en Madrid y se les nota otro bagaje. Algunos tienen la plaza entre ceja y ceja y otros lo que quieren es estudiar para intentar aprobar. Para ellos es súper ilusionante por el simple hecho de poder presentarse y decir en casa: He aprobado unas oposiciones. Solo eso ya es un objetivo bastante importante”.

En cualquier caso, todos ellos esperan que esta sea la primera de muchas oportunidades, y que la Administración pública se convierta en un sector más en el que las personas con discapacidad intelectual puedan trabajar con normalidad. “Esperamos que sea la primera de muchas. Este proceso ha sido un aprendizaje para todos, para ellos, que se están preparando, para la Diputación y también para nosotros, que no nos habíamos enfrentado a esto antes. De todo se aprende y seguro que en el futuro mejoramos y todo lo que no se ha podido adaptar para esta se hará en el futuro”, confía Ayo.