donostia - La Diputación de Gipuzkoa ha convocado, por primera vez en su historia, una Oferta Pública de Empleo (OPE) que contempla tres plazas para personas con una discapacidad intelectual superior al 33%. Un hito que se materializará el próximo mes de marzo, cuando se celebre el examen oficial y las personas que saquen plaza puedan incorporarse a la institución foral en calidad de funcionarios en labores de servicios generales y archivo. Asimismo, aquellas personas que se presenten a la oposición, la aprueben, pero no consigan una plaza, pasarán a integrar una bolsa de trabajo que se pondrá a disposición de todas las administraciones vascas, de tal forma que puedan recurrir a ella para cubrir sus vacantes.

Gipuzkoa sigue así el camino iniciado por otras instituciones como la Diputación de Bizkaia o el Estado español y da un paso más en la plena integración laboral de las personas con discapacidad intelectual. “Sí que se han dado experiencias puntuales, pero no tan cuidadas como esta, que contempla un acompañamiento de la persona en todo el proceso: desde la elaboración de un catálogo de puestos de trabajo susceptibles de ser desempeñados con discapacidad intelectual, la adecuación del proceso selectivo a estas personas, y el acompañamiento in situ de las personas que obtengan plaza en la fase de adaptación a su nuevo puesto de trabajo”, explica Mariano Cortés, técnico de empleo de Gureak.

colaboración con el tercer sector El camino para llegar hasta este punto no ha sido sencillo y ha requerido de la colaboración del tercer sector social, con una dilatada trayectoria en discapacidad e inclusión laboral.

Desde hace casi una década, tres personas con discapacidad intelectual trabajan en la institución foral, aunque en régimen ocupacional, en el marco del programa Pauso Berriak de Gureak y Atzegi. Una situación que ha requerido de la preparación y adaptación de la plantilla de funcionarios que cada día conviven con estas personas. No obstante, desde la institución foral se consideró hace tiempo que era necesario dar un nuevo paso al frente en la integración de estas personas como personal funcionario de la Administración y, tras casi dos años de trabajo, la convocatoria de la OPE da respuesta a este reto.

A lo largo de casi dos años, el contacto de las organizaciones del tercer sector social del territorio y la Diputación ha sido constante, siendo todos ellos conscientes de que esta convocatoria supone un “antes y un después” en la integración laboral de las personas con discapacidad.

Así lo explica el director de Atzegi (Asociación Guipuzcoana en favor de las personas con discapacidad intelectual), Mitxel Lakunza: “Desde el primer momento se ha contado con las asociaciones para ver qué aspectos tenían que tener en cuenta para desarrollar la OPE. Podían habérnoslo dado todo cocinado, pero han preferido apoyarse en quienes podían ayudarles y es de agradecer”.

seis meses de estudio ‘in situ’ Según desgrana Cortés, a finales de 2017 y por un periodo de seis meses, un ingeniero de procesos se desplazó a la Diputación para convivir con los trabajadores de los diferentes departamentos e identificar los puestos de trabajo susceptibles de ser realizados por personas con discapacidad intelectual. “Del catálogo de puestos que se identificó, la Diputación decidió seleccionar el que se ha denominado oficial de archivo y servicios generales, que es una combinación de diferentes puestos y actividades que ya se venían realizando”, explica Cortés.

Una vez establecidas las funciones a desempeñar, llegó la hora de diseñar el examen y adecuar los materiales para prepararlo, quizás, la labor más compleja que se ha llevado a cabo en todo este proceso. Así lo asumen desde la propia Diputación. Xabier Goikoetxea es el técnico que ha supervisado todo el proceso y reconoce que ha sido “un enorme reto”. “Hasta ahora se han hecho experiencias parecidas en Bizkaia, en Madrid, en Barcelona... pero en Gipuzkoa partíamos de cero. Desde la Diputación se asumió que era un reto en el que teníamos que ayudarnos todos. Se convocó a todas las asociaciones, nos juntábamos todas las semanas para coger materiales de un sitio y de otro y crear un proceso en el que todos estuviéramos de acuerdo”, cuenta.

“Se ha reducido el temario al mínimo que marca la ley; se ha adaptado todo el material a lectura fácil, con dibujos muy concretos en grande y palabras muy comprensibles, para que el esfuerzo de estudiar sea adaptado a sus capacidades; se ha conseguido que el examen sea tipo test y que las preguntas mal respondidas no penalicen; el día del examen se va a crear una atmósfera especial en el sitio para que pueda haber gente de apoyo o familiares para que se puedan encontrar cómodos...”, enumera Goikoetxea.

“Se ha hecho un trabajo muy importante, porque hasta ahora, el hándicap que nos hemos encontrado es que las personas que conforman nuestro colectivo no tenían la oportunidad de presentarse a una convocatoria que no estuviera adaptada -apunta Patricia Ayo, técnica de Atzegi-. Hemos enfocado el proceso de tal forma que cualquier persona que sea capaz de hacer esas tareas que se le van a asignar pueda presentarse al examen”. “Hasta ahora nadie se había puesto a pensar cómo hacer para que estas personas pudieran optar a tener un puesto en la Administración. En Gipuzkoa llevamos años hablando de que la inclusión educativa ha supuesto un antes y un después y nuestros chavales no han cambiado. Ha sido el entorno el que se ha adaptado a ellos. En el mundo laboral tiene que pasar igual, es el sistema el que debe adaptarse”, expone.

puerta abierta para el futuro Todos ellos coinciden en señalar que este no es más que el comienzo de un proceso que debe abarcar colectivos con importantes dificultades para acceder al mercado laboral. “Con esta OPE vamos a lograr que los mejores discapacitados intelectuales pasen a formar parte de la plantilla de la Diputación, pero el reto será crear bolsas de trabajo que integre gente que tenga autismo, enfermedades mentales... Ese día llegará y tendrá que ser la Administración la que lidere el proceso”, asevera Goikoetxea.

En la misma línea se expresan desde Gureak. “Pensamos que este tipo de iniciativas tiene que ampliarse a personas con trastorno mental crónico, ya que presentan perfiles de mayor capacidad intelectual, pero encuentran muchas trabas para acceder a la función pública”, expone Cortés.

Para Lakunza, el paso adelante dado por la Diputación no tiene vuelta atrás. “Sabemos que esta OPE supone la apertura de nuevas puertas en el futuro”, asegura, al tiempo que Ayo, completa: “Hay familiares que aun sabiendo que la persona que tienen en casa no es un candidato para esta OPE, entienden que como colectivo es un hito que nos beneficia a todos”.