Donostia- El Ayuntamiento de Donostia ha decidido comenzar a implantar un sistema de autobús eléctrico inteligente (BEI) en la línea 17 de Dbus (Gros-Amara-Miramón), para lo que va a iniciar los pasos necesarios para licitar y poner en marcha este complejo proyecto durante esta legislatura, que costará del orden de 40 millones de euros.

En su financiación, participarán el Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa, instituciones con las que el consistorio firmará en breve un convenio de colaboración, al que seguirá la redacción del proyecto constructivo, la licitación y ejecución de los trabajos de adaptación del recorrido con sistemas inteligentes y puntos de recarga, y la compra de 9 autobuses 100 % eléctricos articulados.

Todo ello con el objetivo de comenzar a desarrollar la apuesta estratégica del gobierno municipal por la electrificación de la flota de vehículos de la compañía municipal y la reducción de las emisiones contaminantes que genera el transporte público en la ciudad, a la vez que para aumentar la eficiencia del servicio a los usuarios.

El alcalde donostiarra, Eneko Goia, ha anunciado este martes en rueda de prensa, junto a la delegada de Movilidad, Pilar Arana, la puesta en marcha del proyecto de conversión de la línea 17 de Dbus en una línea totalmente eléctrica y gestionada por sistemas inteligentes, lo que, a su juicio, supondrá "un hito" en el proceso de "descarbonización" del transporte urbano de Donostia.

La implantación, que se prevé culminar para 2022, arrancará con la aprobación de un convenio de colaboración con el ejecutivo autonómico y la Diputación guipuzcoana, basado en el protocolo general que las tres instituciones suscribieron en 2018 para impulsar actuaciones de "Smart mobility", de movilidad inteligente, eficiente e integrada.

Goia ha explicado que la elección de la línea 17 para comenzar es fruto de los análisis técnicos realizados por la compañía del tranvía (Dbus) con los diferentes vehículos eléctricos que tiene en circulación, entre ellos, el negro de Irizar de 18 metros que circuló, como prueba piloto, durante el segundo semestre del año pasado en la línea 28.

Los resultados de esa experiencia han servido para decidir cuál es la línea apropiada para comenzar a implementar el sistema BEI, ha dicho el alcalde, quien ha indicado que, aunque la 28 era la candidata inicial, se ha visto que no era la más adecuada, debido a la necesidad de instalar dos pantógrafos en ambos extremos del itinerario, en vez de uno sólo, el colocado en Miramón, y poder reducir a la mitad los 6 minutos que el vehículo permanece parado durante "las cargas de oportunidad".

La línea 28 presentaba el inconveniente de falta de espacio en el otro extremo de su itinerario, el Boulevard, pues las tomas de corriente acarrean una compleja instalación soterrada, además del problema que supondrían los cierres al tráfico que con cierta frecuencia sufre esta alameda.

La 17 será la que se electrifique por completo, porque el otro extremo de su recorrido está en la zona de Jai-Alai, que no presenta los problemas anteriores, y además porque es la cuarta con más usuarios (más de 2 millones de viajes en 2018), está "en constante crecimiento" y ya tiene necesidad de aumentar su flota.

Con su conversión en BEI, los 7 vehículos de 12 metros que tiene ahora esta línea -que conecta Gros, el centro, las estaciones de autobuses y Renfe, Amara y la zona hospitalaria, para concluir en el parque tecnológico de Miramón-, se sustituirán por 9 eléctricos articulados, de 18 metros.

Además de las nuevas unidades "cero emisiones", el proyecto incluye la configuración de "un recorrido inteligente", con ampliación de carriles bus, programación de prioridad semafórica e implantación de sistemas inteligentes de gestión, conducción y comunicación, entre otras adaptaciones.