donostia - El desconcierto, la rabia y el malestar por la agresión sexual que sufrió el sábado de madrugada una joven de 21 años, vecina de Beasain, era palpable ayer en el municipio, que se echó a la calle para condenar la violación consumada en pleno centro de la localidad. Según las primeras investigaciones, la joven, que se disponía a acudir a la panadería en la que trabaja, fue abordada en torno a las 3.30 horas. La Ertzaintza prosigue las pesquisas para esclarecer qué ocurrió y quién está detrás de estos hechos denunciados por la víctima y sobre los que la policía autonómica vasca no ha ofrecido más detalles. Al cierre de esta edición, no se había practicado ninguna detención.

Se investiga si el agresor o agresores pertenecen al entorno de la chica. Se da la circunstancia de que ese fin de semana se encontraba sola en casa, ya que su familia se había ausentado por unos días para disfrutar de las vacaciones. Una de las hipótesis de trabajo es que el autor de estos hechos manejara esa información para urdir su estrategia. La víctima, que tiene una hermana, confesó que, lejos de llegar al trabajo, despertó en su casa y supo entonces que había sido agredida sexualmente, algo que inmediatamente puso en conocimiento de la Ertzaintza.

Una vez trasladada al hospital, la exploración médica practicada confirmó sus sospechas. La Ertzaintza analiza las pruebas recabadas por los agentes de la Policía Científica, que durante las últimas horas han trabajado con tesón tras la pista de indicios y evidencias que puedan dar con la persona que al parecer accedió al portal de la calle Martina Maiz donde ocurrieron los hechos. El lugar en el que pudo cometerse la violación, que fue precintado, es un enclave muy céntrico, a escasos metros del Juzgado de Paz y próximo al Consistorio de una localidad en la que no cesan los rumores.

Tanto es así que el alcalde del municipio, Aitor Aldasoro, pidió ayer que no se sigan aireando comentarios que entorpezcan la investigación. El regidor, visiblemente molesto, estuvo el sábado con la víctima y su familia, a quienes ha ofrecido toda la ayuda que puedan necesitar durante este durísimo trance.

Atendiendo al llamamiento del día anterior, el municipio secundó la concentración de condena por estos hechos. Tras una pancarta en la que podía leerse Beasain dice no a la violencia sexista, sujetada por el propio alcalde y el presidente de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Xabier Ezeizabarrena, el silencio se adueñó de la Plaza Erauskin.

solidaridad y apoyo El malestar era visible en los rostros de los cientos de vecinos. Puntuales a la cita, a las 13.00 horas, mostraron su solidaridad y apoyo a la víctima y su familia y prorrumpieron en aplausos en varias ocasiones. El acto de condena contó con una amplia representación institucional, que recomendó dejar de difundir mensajes que se han compartido durante las últimas horas “para no dañar más a la víctima y a su familia”.

En declaraciones a los medios de comunicación, el primer edil beasaindarra confesó que “ante semejante barbaridad, solo queda expresar el rechazo” a delitos de índole sexual de esta naturaleza y hacer que la víctima sienta la “cercanía y el apoyo de los ciudadanos”. Señaló que el sábado visitó a la familia de la joven para trasmitirle que el Ayuntamiento está a su disposición para “cualquier cosa que necesite”. Insistió en la discreción para no entorpecer la labor de la Ertzaintza, que continúa con las investigaciones, y pidió responsabilidad porque “el objetivo de todos” es que el autor de los hechos sea detenido.

“De nuevo una mujer ha sido víctima de una agresión sexual por parte de un hombre y todo lo demás es secundario. Tenemos que educar de forma integral para acabar con la violencia machista”, recalcó.

La directora de Órgano de Igualdad de la Diputación de Gipuzkoa, Miren Elgarresta, también acudió a la multitudinaria concentración de rechazo a la agresión sexual. “Tiene que darse una respuesta pública, contundente, integral y coordinada entre las instituciones y los movimientos sociales”, incidió, convencida de que es el modo más eficaz de sensibilizar y de prevenir los delitos sexuales.

Emakunde también se sumó a las muestras de condena. En un comunicado, recalcó la necesaria “implicación activa de toda la ciudadanía para avanzar en la consecución de una sociedad igualitaria, libre de todas las formas de violencia contra las mujeres”. Por su parte, las Juntas Generales de Gipuzkoa realizaron una declaración institucional en la que solicitan a la ciudadanía que adopte un “compromiso personal y colectivo” en favor de la igualdad y que “reaccione” ante “cualquier expresión” de violencia contra las mujeres porque es una cuestión que afecta “a todos”.

La violencia machista es un “problema de primer nivel, derivado de relaciones de poder, cuyo objetivo es mantener el sometimiento de las mujeres”, señaló la institución foral guipuzcoana para remarcar su compromiso de luchar en favor de la igualdad y en contra de cualquier expresión de violencia machista.

En ese sentido, insistieron en la necesidad de participar en las movilizaciones que se realicen a convocatoria de instituciones, movimientos de mujeres, grupos feministas y agentes sociales. El objetivo, “mostrar el rechazo a la violencia machista y optar en nuestra vida por la paridad, tanto a título personal, colectivo, como a nivel social”.