donostia - La Diputación Foral de Gipuzkoa está ultimando un plan de acción con 114 millones de euros de inversiones vinculadas al cambio climático en el período 2018-2022. Este plan forma parte de la estrategia Gipuzkoa Klima 2050 (GK2050), diseñada por el Departamento de Medio Ambiente, que recientemente ha sido aprobada por la institución foral.

En la apertura del curso de verano de la UPV/EHU Gipuzkoa ante el desafío climático, el diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, destacó la importancia de contar con estrategias locales y explicó que el plan de acción de la Diputación guipuzcoana comprende desde actuaciones específicas vinculadas a la reducción de emisiones, hasta la adaptación de proyectos e infraestructuras previstas para que “cumplan con requerimientos de políticas responsables con el clima”.

Además, para coordinar todo este conjunto de políticas, se ha creado la Fundación de Cambio Climático que comenzará a dar sus primeros pasos este año y contará con un observatorio para recoger datos sobre el impacto del calentamiento en el Territorio y su evolución. El curso reúne a expertos y representantes del ámbito institucional y académico. En la primera jornada, celebrada ayer, intervinieron el Secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, que expuso las políticas que se van a impulsar desde el Estado para mejorar la transición ecológica en España.

En su intervención, Morán defendió que, tanto la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero como la adaptación a sus impactos, “han de constituirse en el núcleo central de nuestras decisiones de manera natural, transversal y generalizada”.

fósiles En esa línea, destacó que el modelo de desarrollo actual, basado en el consumo de combustibles fósiles, “ha demostrado haberse quedado obsoleto”. “Nuestra manera de producir, consumir o movernos no es sostenible en el medio y largo plazo”, advirtió, al tiempo que resaltó la necesidad de poner en marcha “una transformación de nuestro modelo de desarrollo promoviendo una transición que, necesariamente, tendrá que ser ecológica, baja en emisiones y eficiente en el uso de los recursos”.

“La lucha contra el calentamiento global se ha entendido como un imperativo al que hay que responder de manera urgente y ambiciosa si se quiere disponer de un nivel de prosperidad razonable para todos a la vez que se evita un cambio climático que alcance niveles peligrosos y que, en cualquier escenario, será especialmente duro con los más vulnerables”, aseguró. - E.P.