donostia - Las últimas agresiones sexistas que se han registrado en el entorno de la diskofesta, que cada anoche acogen las terrazas del Kursaal y que congregan a centenares de adolescentes, han llevado al Ayuntamiento a tomar la decisión de replantearse este ambiente festivo de cara a próximas ediciones de la Aste Nagusia.

Así lo confirmó ayer el alcalde de Donostia, Eneko Goia, instantes después de haber participado en el minuto de silencio previo al acto de despedida de la Semana Grande que se celebró en la plaza de la Constitución. Fue un acto puramente simbólico, que se repitió en todas las actividades oficiales que tuvieron lugar en la tarde y noche de ayer.

Goia no dudó en calificar de “tristes” las últimas 48 horas festivas que ha vivido la capital guipuzcoana, especialmente después de que el viernes trascendiera que una menor había denunciado ser víctima de una violación en la zona del espigón de La Zurriola. Desde entonces, se han dado cuenta de al menos otras tres agresiones, varias de ellas en esta zona de Gros, y en las que se han visto involucradas menores de edad, lo que llevó ayer al Ayuntamiento a tomar la decisión de suspender la última noche de música en el Kursaal. “Es triste ver una situación como esta en la que las fiestas se empañan por comportamientos que no deberían tener lugar. Y hemos decidido hacer un minuto de silencio como símbolo de rechazo ante este tipo de sucesos y también como llamada de concienciación ante los mismos. “En el caso de la diskofesta, más allá de representar el rechazo a estos sucesos, hemos querido hacerlo porque el contexto en el que han aparecido algunas de las últimas denuncias ha sido precisamente ese”, señaló Goia.

Asimismo, el alcalde recordó que ayer, por el hecho de ser fin de semana, iba a tener una hora más de duración -hasta las 3.30 horas-, por lo que “por seguridad, convenía no hacerla”.

Pero la decisión no va a quedar en mera anécdota, ya que la junta de portavoces decidió, en su reunión de ayer, “replantear, de alguna manera el formato para las siguientes ediciones”, lo que puede suponer un antes y un después para este espacio tan arraigado entre los adolescentes donostiarras.

botellón masivo Lo cierto es que las terrazas del Kursaal son punto de encuentro de cientos de adolescentes que, a partir de los 13 años, acuden cada noche de la Semana Grande a disfrutar de los DJ. La venta de alcohol está prohibida a los menores, pero estos se las ingenian para conseguir bebidas fuera del recinto, lo que hace de la playa de La Zurriola un espacio de botellón masivo.

En el Ayuntamiento son conscientes de esta realidad, lo que ha llevado a intensificar las medidas de seguridad en la zona, que cuenta con agentes de seguridad de empresas privadas dentro del recinto festivo propiamente dicho. Tanto la Ertzaintza como la Guardia Municipal han confirmado esta semana a este periódico que el número de agentes en este área se ha visto incrementado.

Además se han tomado algunas medidas adicionales, como la colocación, en el espigón, de un gran poste de iluminación, alimentado por un generador eléctrico, que apunta a la zona de la playa próxima al cubo grande del Kursaal.

Sin embargo, nada de esto ha sido suficiente para repeler la lacra de las agresiones sexistas de una de las zonas festivas juveniles más importantes y concurridas de la ciudad.