deba - El viejo puente de piedra que desde hace 151 años conecta las localidades costeras de Deba y Mutriku salvando las aguas de la ría debarra se hundió en la madrugada de ayer parcialmente tras ceder uno de los pilares que lo sustentan en su parte central.

Como consecuencia de ese suceso, los ayuntamientos de los citados municipios (cada uno de ellos es propietario de una mitad del puente) procedieron a cerrar la infraestructura al tránsito peatonal; al mismo tiempo que comprobaron el estado de las redes de abastecimiento (agua, saneamiento, gas y alumbrado público) que discurren por la estructura y solicitaron a la Capitanía Marítima de Pasaia “que prohíba el paso de las embarcaciones por las proximidades del puente para prevenir males mayores”.

Sea como fuere, el hundimiento parcial del puente peatonal se produjo pocos minutos después de las 5.00 horas, en un momento en el que un vecino de la localidad se encontraba pescando tranquilamente, pero que tuvo que abandonar el lugar de manera precipitada.

Aunque no quiso realizar declaraciones a los medios, NOTICIAS DE GIPUZKOA ha podido saber que el citado arrantzale se llevó un susto monumental. No en vano, fuentes de su entorno explicaron a este periódico que “estaba apoyado en el muro cuando se percató de que empezaban a caer piedras a la ría”. Además, “poco después se empezó a mover el suelo bajo sus pies, por lo que no le quedó otra que salir corriendo”.

El alcalde debarra, Pedro Bengoetxea, fue una de las primeras personas en acercarse hasta el lugar del incidente. Una llamada del servicio de emergencias le despertó a las 5.15 horas y apenas tardó cinco minutos en hacer acto de presencia en el puente. Según contó a este diario, “tras recibir la llamada del 112 pensé que podía tratarse de un accidente de gravedad, por lo que salté de la cama y fui todo lo rápido que pude al puente sin quitarme el susto de encima”.

Una vez allí, el primer edil analizó la situación junto con agentes de la Ertzaintza y de la Policía local y técnicos municipales, al mismo tiempo que comunicaban a los vecinos de Urazamendi (el barrio de Mutriku situado en la margen izquierda de la ría) y a los numerosos peregrinos que iniciaban una nueva etapa del Camino del Norte la imposibilidad de transitar por el puente que, precisamente, cuenta con una calificación de protección especial, como conjunto monumental, en el contexto del Camino de Santiago.

Tras una primera evaluación de la situación, todo apunta a que el hundimiento parcial del viejo puente de piedra se debió “a la cesión del pilote central, cuya base se encontraba erosionada como consecuencia de las corrientes de agua que ha tenido con soportar con el paso de los años”. Aún así, habrá que esperar a los resultados del análisis en profundidad encargado a una empresa de ingeniería “para conocer a ciencia cierta cuáles son los motivos que han causado el incidente y para determinar posibles soluciones”, explica Bengoetxea.

En la misma línea se pronunció el alcalde de Mutriku, José Ángel Lizardi, quien añadió que las instalaciones de saneamiento, agua y gas que discurren por la parte inferior del tablero de la infraestructura “han sido examinadas por los técnicos correspondientes y se encuentran en buen estado”. De todos modos, no descartó que próximamente pueda adoptarse “alguna nueva medida para evitar problemas mayores en caso de que la situación del puente empeore”.

A la espera del estudio que determine el estado real en el que se encuentra el puente tras su hundimiento parcial, todo hace indicar que permanecerá cerrado al tránsito peatonal durante “varios meses”.

Navegación bajo el puente Para no correr riesgos innecesarios, los consistorios de Deba y Mutriku han solicitado a la Capitanía Marítima de Pasaia que prohíba navegar por debajo de la infraestructura a las embarcaciones de pesca y recreo; así como a las personas que utilizan la ría para practicar actividades deportivas como kayak o piragua.

Los ayuntamientos también se pusieron en contacto con la Dirección de Puertos del Gobierno Vasco, con el Servicios Provincial de Costas de Gipuzkoa y con el departamento de Infraestructuras Viarias de la Diputación Foral de Gipuzkoa “para intentar encontrar una solución coordinada al problema generado en torno al viejo puente”, que desde la apertura de la nueva pasarela sobre la ría hace ya once años es competencia de las entidades locales.

Por otro lado, los consistorios de Deba y Mutriku también se han comprometido a trabajar “para encontrar una solución provisional que permita a las personas residentes en Urazamendi acceder al casco urbano de Deba sin tener que recorrer los casi dos kilómetros del único itinerario que pueden realizar en estos momentos”.