ordizia - Vía libre a la construcción de pistas de montaña a todas las chabolas de pastores situadas en el lado guipuzcoano del parque natural de Aralar; son 40 bordas en total, de las cuales la mitad aún no tienen acceso rodado. Pese a la disensión entre quienes tenían que tomar la decisión y la polémica que se ha instalado en la calle y en los teléfonos móviles de cientos de goierritarras a través de las redes sociales, la pista hasta Saltarri (1.120 metros de altitud), se completará el próximo año, casi con toda probabilidad. Así se lo pedirá a la Diputación de Gipuzkoa la Mancomunidad de Enirio-Aralar, integrada por quince municipios de Goierri y Tolosaldea, que son los que gestionan estos terrenos públicos. La construcción de pistas será una prioridad para 2017 y quizá en años venideros.

La decisión se produjo después de una tensa reunión de tres horas en el palacio Barrena de Ordizia, ayer por la tarde, que contó además con la presencia de activistas ecologistas, que han activado una fuerte campaña en las redes sociales en contra de la pista que se ha comenzado a construir estos días en el parque natural. Las imágenes de las excavadoras en la zona de Intzensao se propagaron a toda velocidad en Goierri.

Pese a la oposición mostrada por un grupo de ayuntamientos, el resultado final de la votación fue de 9 a favor de las pistas y 5 en contra, con una abstención, la de Orendain, que no acudió a la junta. El resto, incluido Ordizia, que ostenta la presidencia permanente, se manifestó a favor de las pistas. Entre los síes, ayuntamientos como Amezketa y Ataun, liderados por Bildu, que por momentos se pensó que podían tener otra postura y decantar la balanza del otro lado.

se rompe la unanimidad Pero la polémica no se ha zanjado. Los cinco votos en contra rompen la unanimidad mostrada por los quince integrantes de la mancomunidad en la decisión de construir un primer tramo de 1,5 kilómetros. Las obras comenzaron el jueves y estarán terminadas en cinco semanas, a finales de noviembre. Una pista de todouno, material compuesto por gravas y arenas de procedencia natural, con color a cemento. Costará 138.000 euros.

Lo que se debatía ayer era si dar continuidad en 2017 a la pista hasta una cota de 1.120 metros (Saltarri) y alargarla a 4,4 kilómetros de longitud; o cerrar la puerta a la construcción de más pistas. Ganó el sí a los caminos para incentivar la actividad pastoril y ganadera.

La junta también aprobó la propuesta de construir otra pista entre Enirio y las chabolas de Doniturrieta. Algunos pastores se quejan de que para acceder a sus casetas tienen que conducir 70 kilómetros por Navarra y piden accesos en esa zona “clave”. Pero se pedirán nuevas vías, como la que lleva de Amezketa a Igaratza.

27.000 propietarios El sí a más pistas supone un refuerzo para quienes defienden las ventajas de facilitar la accesibilidad al parque natural a unos “pocos usuarios”: los pastores de la zona, los guardas y los servicios de emergencia. Aseguran que sin las 17.000 cabezas de ganado (16.000 ovejas y unas 1.000 vacas y yeguas) de los 125 pastores y ganaderos usuarios del parque, Aralar sería un matorral y no el “paraíso que hoy es”.

A cambio de esa labor, los pastores explotan un entorno natural de uso público. ¿Es un pago justo o necesitan más infraestructuras, a costa del entorno natural? Entre los detractores de las pistas, se impone un argumento: “los intereses de 125 personas no se tienen que imponer a los de sus 27.000 propietarios (población de los 15 municipios de la mancomunidad)”.

Aunque la decisión de ejecutar las obras iniciadas estos días se había acordado en 2003 (a falta de definir el trazado), con las primeras imágenes de excavadoras en Aralar la polémica ha explotado. De hecho, decenas de ciudadanos, encabezados por el colectivo ecologista Landarlan, se concentró ayer en Ordizia.

¿”compatible” o “salvajada”? Por la pista en construcción pasarán una media de tres vehículos diarios entre semana y cinco cada día los fines de semana. Eso, durante la época de pastos, de mayo a noviembre. Fuera de esa temporada, “solo los guardas”.

El informe de impacto ambiental avala la construcción de la pista. Fue elaborado por técnicos de la Diputación de Gipuzkoa, de la Mancomunidad de Enirio-Aralar y la fundación del Gobierno Vasco para el Desarrollo Rural, Hazi. El documento calificaba de “compatibles” los impactos sobre la geología, hidrología y otros aspectos del parque.

No obstante, Hazi reconoce el “riesgo” de contaminación durante las obras en una zona de terreno kárstico (muy permeable) como esta; de hecho, impone medidas correctoras para que no haya vertidos que puedan filtrarse y contaminar los acuíferos subterráneos de Osinberde, que abastecen a la zona.

Los ecologistas van más allá. La construcción de la pista “es aberrante”, dicen. Destacan el valor de los elementos megalíticos del parque y el gran impacto visual de la pista desde buena parte de Goierri y el monte Txindoki. Se le suman algunos alcaldes del bloque que votó en contra, que consideran una “salvajada” llevar la pista hasta Saltarri, a 1.120 metros.