La noche electoral de las autonómicas de este domingo ha dejado dos grandes vencedores en la batalla de Donostia: EH Bildu y el PP. La coalición, porque gracias a un crecimiento generalizado en todos los barrios consigue superar en 8.000 votos la marca de 2020, que se quedó en 19.300 papeletas; y los conservadores, porque son los que mayor mejoría porcentual presentan, con una subida del 65%, al pasar de los escasos 6.800 votos de 2020 a 11.200.

Más allá de estos dos grandes titulares, la jornada dejó subidas en todas las bancadas según los números que recogió EH Bildu mesa a mesa respecto a la cita de hace cuatro años, marcada por la pandemia, salvo en la del PNV, que pese a llevarse el triunfo final también en las urnas donostiarras, acusó cierto desgaste.

La formación jeltzale era consciente de que la capital guipuzcoana era una de sus obligaciones en esta campaña y su agenda desde el acto sectorial que celebró el lunes 8 con Imanol Pradales y Bakartxo Tejeria en el exterior de Onkologikoa hasta el cierre de campaña de la candidatura guipuzcoana, ha sumado cinco citas de relieve en suelo donostiarra, en la mayoría, con presencia del propio candidato a lehendakari.

Aun así, los 29.200 votos de hace cuatro años se quedan en 28.000, una caída del 4,3% de los apoyos que han dejado a la formación jeltzale a 663 votos de EH Bildu.

La subida de EH Bildu

La coalición soberanista fue la gran triunfadora de la jornada electoral en Gipuzkoa y también en Donostia, donde pese a no ganar suma un 40% más de votos que en 2020, con un salto que le permite dejar atrás la simbólica cifra de 20.000 sufragios y superar los 21.000.

En cuanto a sus resultados históricos, en la época reciente los mejores números de EH Bildu en la capital los ha registrado hace escasos meses, cuando obtuvo 23.387 votos en las municipales, unos 2.000 más que los que el propio Juan Karlos Izagirre cosechó en 2011, cuando accedió a la Alcaldía de la mano de Bildu, en la que no estaba Aralar (3.700 votos).

El PP, protagonista

El segundo titular de la jornada lo protagonizó el PP, que aunque aún le falta para alcanzar sus mejores números históricos, sí atestigua una recuperación en Donostia. Tanto que es el partido que en porcentaje de voto más crece, un 65,4% respecto al 2020, cuando se quedó en 6.810 apoyos.

En esta ocasión y pese a no tener presencia de su partido en La Moncloa, factor que suele ser útil tanto al PSE como al PP cuando sucede, sí parece que ha conseguido ganar parte del voto que en las últimas citas ha apoyado al PNV, formación a la que sigue en el segundo lugar tanto en el Centro como en Aiete.

¿Y el PSE?

Por último en lo que a las principales formaciones se refiere, el PSE también mejora gracias a la subida del 18,2%, con Altza e Intxaurrondo como principales graneros de dicha subida con casi 500 y 400 votos más en ambos lugares, si no tenemos en cuenta el 100% de crecimiento de Zubieta (de 4 a 8 votos).

Los barrios, cosa de dos

En cuanto a barrios, el PNV logra llevarse ocho victorias, sobre todo en las zonas más pobladas como Antiguo, Amara-Berri, Gros, Aiete e Ibaeta, lo que supone una réplica de los resultados obtenidos a nivel Gipuzkoa, donde obtiene buena parte de sus votos en Donostia, Irun y Hondarribia; mientras que la coalición soberanista consigue ganar en 13 barrios. Los más habitados, Egia, Intxaurrondo y Altza.

Ambas formaciones protagonizan la lucha por los dos primeros puestos en casi todos los barrios. Altza, Centro y Aiete son la excepción: en la primera, porque el PSE es quien pugna con EH Bildu (apenas 100 votos entre ambos) y en los otros dos, la lucha es PNV-PP. En ambos casos, los jeltzales casi duplican al PP: 2.261-1.194 en el Centro y 1.976-1.095 en Aiete.

Los peores

El liderato del colista se lo lleva Vox, que entre las siete principales formaciones es la que cosecha el farolillo rojo en 12 de los 21 barrios. Su mejor resultado lo obtiene en Txomin Enea, donde los 43 sufragios le permiten empatar en la cuarta posición con el PP y Sumar. También consigue escalar al quinto lugar en el Centro, donde solo deja detrás a Sumar y Podemos.

La división entre Sumar y Podemos penaliza al antiguo espacio de la izquierda confederal, ya que en todos los barrios se sitúa en el vagón de cola: solo en una Zubieta con poca densidad de población consigue la formación de Yolanda Díaz meterse cuarta con seis votos, aunque su mayor logro es es el haber adelantado a Podemos en todos los barrios.