Eneko Goia, tras dos legislaturas como alcalde de Donostia, se ha convertido por tercera vez en primer edil, aunque solo con la fuerza de sus nueves concejales y sin apoyos ajenos. A diferencia que lo que sucedió hace cuatro años, los socialistas no han votado esta vez a favor de la candidatura del cabeza de lista del PNV, con quien han acordado gobernar de nuevo, y han optado por dejar sus cinco papeletas en blanco. Los tres concejales del PP y los dos de Elkarrekin Donostia han obrado de igual manera.

Juan Karlos Izagirre (EH Bildu) por su parte, que ha también ha presentado su candidatura como alcalde ha recibido los ocho apoyos de su formación y ninguno más, por lo que ha quedado derrotado por la lista jeltzale con la diferencia de un corporativo.

La falta de apoyos a los dos candidatos a alcalde ha sido la única sorpresa de una sesión de investidura que ha finalizado con la promesa de Goia de “trabajar duro para devolver la confianza depositada por los donostiarras”. Tras recoger la vara de mando de manos de la corporativa más joven, Izar Hernando (EH Bildu), y elevarla al cielo, el mandatario donostiarra ha asegurado que su “voluntad y empeño” se centra en ser “alcalde de todos los donostiarras, trabajar siempre en el interés de la ciudad, escuchando, explicando proponiendo y acordando”.

Además de destacar su orgullo por convertirse de nuevo en el máximo representante de su ciudad, el renovado regidor ha añadido que el mandato que comienza ahora será “la legislatura de la transformación de la ciudad”. Ha recordado que en los cuatro años venideros finalizarán las obras del Topo así como de las de la estación del Tren de Alta Velocidad y se producirá una renovación urbana. También ha destacado que en este nuevo periodo se tendrá que diseñar el futuro barrio que nacerá en los cuarteles de Loiola, “otro paso importante hacia la Donostia el futuro”. La vivienda, añadió, será otro de los retos más importantes del Ayuntamiento, así como el fortalecimientos de los espacios empresariales de Miramon y Eskusaitzeta.

Goia ha afirmado que extiende la mano a todos los grupos políticos que conforman el Ayuntamiento “porque es el trabajo de todos lo que hace falta”. “Mi deseo y mi intención será alcanzar los mayores y más amplios consensos posibles porque es bueno para la ciudad”. Sus últimas palabras estuvieron dedicadas a su madre, fallecida hace unos meses, tras lo que se escucharon fuertes aplausos llegados del público.  

Los aplausos también sonaron, menos intensos, tras las palabras de Juan Karlos Izagirre. No en vano, entre los asistentes al Pleno de investidura abundaban las personas vinculadas a las dos primeras formaciones políticas del Ayuntamiento donostiarra, aunque las había también de los demás partidos.

El que ha sido diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, acompañado de su familia, estaba presente en la sesión al igual que el exportavoz foral y exdiputado Imanol Lasa y la consejera Arantxa Tapia. La familia del alcalde, con su padre, su esposa e hijos, también acudieron a la investidura.

Entre el público presente también se podía ver a exportavoz socialista de Donostia y actual comisionado contra la pobreza infantil, Ernesto Gasco, entre corporativos que acaban de despedirse del Consistorio, como el socialista Miguel Angel Díez, y distintos familiares de los ediles.

Militantes del PP y parientes también arroparon a Borja Corominas (PP) y su equipo. Entre el público estaba también Ramón Gómez, que fue portavoz del PP el Ayuntamiento y es el marido de la nueva concejala popular Vanessa Vélez de Pablos.

Por otra parte, el Pleno de investidura siguió el guion estipulado, con la dirección de la sesión a cargo de la Mesa de Edad. El concejal de mayor edad, Jorge Mota (PP), y la más joven, Izar Hernando (EH Bildu), acompañados del secretario municipal, Juan Carlos Etxezarreta, fueron anunciando los distintos pasos previstos y tomando juramento o promesa a los corporativos que, uno por uno, se comprometieron con su puesto el Ayuntamiento.

Los del PNV prometieron sus cargos por obligación legal mientras que los de EH Bildu añadieron en sus juramentos que también prometían trabajar por los donostiarras, como también hicieron después los dos ediles de Elkarrekin Donostia. La concejala de esta coalición Arantxa González añadió, además, que trabajará “por los servicios públicos y los valores republicanos”. Socialistas y populares juraron o prometieron sus cargos sin más añadidos.