­­¿Cuál es su principal preocupación?

–Anticiparme a los grandes retos como sociedad y trazar las estrategias necesarias para construir ese futuro. Creo que nos enfrentamos a grandes transformaciones en el ámbito de los cuidados. Creo que la industria guipuzcoana, que ha sido referente en este territorio, necesita en este momento transformarse de acuerdo a los grandes retos que nos plantea la crisis climática. Y teniendo en cuenta también la riqueza que genera Gipuzkoa, tenemos que hacer un reparto equitativo de esa riqueza.

No sé si hay una barrera en la que se deja de ser equitativo o no. En todo caso, qué nota nos pondría?

–Debemos aspirar a un diez. En todo caso, según la última encuesta de pobreza y desigualdades sociales, la pobreza ha subido del 4,1% al 5,1% en Gipuzkoa. Aun siendo unos datos que comparados con otras regiones y países, no son los peores, creo que tenemos que tener la aspiración a que no existan desigualdades en la sociedad guipuzcoana. ¿Cómo de equitativo? Tan equitativo como la riqueza que crea Gipuzkoa. Tenemos que subir del seis al nueve.

La inflación está marcando la vida de la gente ahora mismo. ¿Qué opina y no sé si se puede hacer algo?

–Tanto la inflación como la subida de los precios de la energía y esta nueva realidad y esta inseguridad, se ha convertido en el pan nuestro de cada día. La vulnerabilidad ha aumentado entre todas nosotras. Porque nunca ha habido tanta gente que no tenga seguridad de lo que va a ser su futuro inmediato. Y desde ese punto de vista, lo que hay que hacer desde las políticas públicas es dar certeza y seguridad a la gente. Y en este punto me interesa hacer hincapié en la juventud guipuzcoana: el 15,9% de los jóvenes guipuzcoanos está en paro. Dos puntos por arriba de la media europea. Y luego hablamos de emancipación. Pero claro, lo que yo veo es que los jóvenes no tienen capacidad de hacer proyectos de vida. Y desde la Diputación de Gipuzkoa, lo que se puede hacer desde las políticas públicas es apuntalar todos aquellos aspectos que son competencia foral para aminorar esa vulnerabilidad.

“Teniendo en cuenta la riqueza que genera Gipuzkoa, tenemos que hacer un reparto equitativo mediante la fiscalidad”

¿Para usted qué es un buen sueldo, qué es un suelo alto, y uno razonable para vivir en Gipuzkoa?

–Pues yo creo que el salario mínimo en el Parlamento hemos trabajado para que sea 1.400 euros. En todo caso, me parece que para vivir en Donostia, se le queda bajo ese sueldo, y en general en Gipuzkoa también. Y a nada que tenga que alquilar una casa, a nadie se le escapa que tiene que pagar 1.000 euros; si a eso le añades 500 para vivir, otros 500 para seguridades vitales, mínimo ahorro, algo de ocio, entiendo que un sueldo digno mínimo debería estar en torno a los 2.000 o 2.200 euros. A partir de ahí, empezamos a hablar de buenos sueldos, y un gran sueldo no sé ni lo qué es, pero a partir de 3.500 euros considero que es un gran sueldo.

EH Bildu lleva tiempo defendiendo una reforma fiscal. ¿Qué hay que reformar?

–Estamos en un momento para hacer un análisis integral de la fiscalidad que necesitamos, de cómo incorporar la fiscalidad verde, de cómo incorporar una visión de género en la fiscalidad, de cómo ayudar a la pequeña y mediana empresa y las familiares, que son el tejido industrial más importante de nuestra industria, para que pueda hacer las transformaciones que tiene ante sí. Y ese debate se tiene que dar entre todos; entre los agentes sociales, económicos, empresariales, y determinar cómo hacemos para enfrentarnos a estos retos a los que no nos hemos enfrentando nunca.

Hay que desvestirse y vestirse del todo?

–No hace falta a lo mejor desvestirse del todo, pero sí sabemos que tenemos una presión fiscal inferior a la media europea. Mientras nosotros hemos repetido esto una y otra vez, la única reforma fiscal que se ha hecho es en el marco de unos presupuestos generales de la CAV y el PNV y el PSE acordaron con el PP, que habitualmente sus recetas fiscales son regresivas. Por otro lado, tanto PNV como PSE dijeron a principios de este año que había que hacer una reflexión sobre la fiscalidad. Vamos a intentar que esa fiscalidad sea justa, progresiva y que aporten algo más los que más tienen para que todos salgamos beneficiados.

Maddalen Iriarte Ruben Plaza

¿Qué se puede hacer para apoyar a nuestras empresas? ¿Ve riesgo de deslocalización?

–Una amenaza real ha sido ya: Euskaltel, que era de alguna manera la joya de la corona, está ahora mismo en manos de unos fondos de inversión; lo mismo te puedo decir de Ibermática y otras empresas. ¿Qué hacer? Pues entendemos que en la medida que los trabajadores tengan mayor capacidad de influir en la gestión, en las decisiones de las empresas, más arraigados se sentirán a ese proyecto, y más arraigo tendrá esa empresa en el territorio. Y luego habrá que pensar medidas, que podrán venir de esa nueva fiscalidad que pongamos en marcha. Es importante mantener el peso de la industria.

¿Cómo ha vivido las salidas de las cooperativas Orona y Ulma de Corporación Mondragon?

–Hubo un momento de inquietud, porque efectivamente no sabía muy bien lo que estaba ocurriendo y había miedo con el arraigo, etcétera, pero luego me he reunido con unos y con otros, y finalmente creo que todo el mundo estaba tranquilo con la decisión que se había tomado.

¿Qué opina de la implantación de Ticketbai?

–Ticketbai ha venido para quedarse, pero es cierto que desde la Diputación no se ha acompañado lo suficiente a las personas que tenían que hacer esa transición y en algunos sectores como el pequeño comercio y de proximidad, por las características de esa gente, les haría falta más acompañamiento y se han sentido que no sabían hacer esa transición, y es de lo que se han quejado. Y por otra parte, el hecho de que se haya hecho a ritmo distinto en los diferentes territorios, tampoco acompaña al proceso.

“La discusión no es tanto peajes sí o peajes no, sino qué hacemos con el dinero que obtengamos de los peajes”

Los descuentos en el transporte público hay que alargarlos sine die? ¿Habría que ir a más?

–Nos encontramos ante una transición en la que tenemos que acompañar a la ciudadanía. No vale decir que abusamos mucho del coche. Tenemos que poner los medios para que la gente pueda disponer de otros medios.

¿Cueste lo que cueste?

–Pues cueste lo que cueste, porque estamos ante una situación en la que no tenemos opción. Necesitamos un transporte público electrificado, que no contamine, que esté al alcance de todas y todos, que nos lleve a todas partes. Los niños menores de doce años, por ejemplo, tienen que viajar gratuitamente. Estudiantes y gente con alguna dificultad, tanto pasajera como continua, también tiene que disponer de transporte gratuito. No estamos hablando de reglar, sino de adecuarlos a las necesidades de la gente. Y que el transporte público sea una alternativa real al coche.

¿Peajes sí o no?

–La discusión no es tanto peajes sí o peajes no, sino qué hacemos con el dinero que obtengamos de los peajes. Yo creo que eso tiene que ir a mejorar nuestras carreteras y luego tiene que ir a electrificar la flota, que como he dicho, esa transición se tiene que dar.

Ruben Plaza

Atascos en la muga. ¿Son para siempre?

–De la muga podríamos hablar largo y tendido. A mí me lleva a una reflexión, a las personas que mueren en el río Bidasoa, que no son libres de pasar una muga. ¿Cómo hacemos para no tener esas mugas? Y lo del tráfico es complejo, pero es cierto que ocurre un fin de semana sí y otro no y tiene una solución muy difícil. En tanto en cuanto estamos entre dos estados y uno de ellos decide que va a gestionar esas mugas cómo a él le parece, pues será difícil encontrar una situación.

Ha citado el paro juvenil, pero en términos relativos Gipuzkoa es uno de los territorios con menos paro.

–Esto me dice que no nos podemos conformar y que tenemos que mirar bien a esos datos y que tenemos que mirar que la tasa de paro juvenil es importante, la tasa de personas mayores de 50 años es importante, la brecha entre hombres y mujeres es importante y nosotros tengamos que atender desde las instituciones públicas a las vulnerabilidades.

Estas van a ser las primeras elecciones forales en un tiempo sin que los residuos sean el plato estrella.

–Cada localidad ha decidido cómo iba a recoger los residuos, porque es a los ayuntamientos a quien corresponde hacer esto y las fórmulas de recogida ya están de alguna manera concretadas y esto no nos da ningún problema; a partir de aquí, todo es mejorar; y tenemos que mejorar, en el sentido que, teniendo en cuenta la crisis climática en la que nos encontramos, tendremos que seguir haciendo campañas para concienciación de que tenemos que reciclar más.

"Probablemente tampoco se supo hacer llegar a la ciudadanía la importancia que tenía esta transición (de los residuos) y acompañarla debidamente"

¿Cree que las basuras le costaron a EH Bildu el Gobierno foral en 2015?

–Pues probablemente sí. Probablemente le costó. Además, se magnificó este tema de tal manera, para mí de manera que es difícil de entender. En todo caso, siempre hay que mirar lo que se ha hecho; antes hablaba de algunas transiciones y esta lo fue, y probablemente en esta transición tampoco se supo hacer llegar a la ciudadanía la importancia que tenía esta transición y acompañarla debidamente; ya lo hemos aprendido y después de todo lo que se aprende, lo siguiente es ya dar pasos a mejor.

¿Podemos considerar un tema aparcado el de la incineradora?

–Yo creo que no podemos hablar de una sola infraestructura, y menos hoy en día, en todo caso, si tenemos que hablar en concreto de esta infraestructura, estamos viendo que están ocurriendo irregularidades constantemente, hay vertidos, contaminación y las responsabilidades se van echando de un lado a otro; cuando yo sea diputada general, lo que haré es controlar públicamente la incineradora.

Los datos de natalidad son inquietantes. Caen a niveles terribles y somos cada vez una sociedad más envejecida. ¿Qué se puede hacer?

–Creo que habrá transiciones que tengamos que hacer en marcha, como la climática, pero ésta en concreto creo que nos podemos adelantar y podemos empezar a dar pasos que tenemos ejemplos de cómo cuidar a las personas mayores.

¿Le preocupa más la franja de mayores o la falta de natalidad?

–Me preocupan las dos. Porque tengo cinco hijos entre los 16 y los 30 años, porque cada vez estoy más cerca de la franja de mayores de 65, y tengo un padre y una madre que están en esa franja. Entonces, vamos a hablar primero de los cuidados de las personas mayores. Creo que necesitamos una transformación en el sistema de cuidados. Tiene que haber un referente público y saber a dónde tienes que ir, de la misma manera que cuando una persona se pone enferma tiene que ir a su médico de cabecera de Osakidetza. Y por otro lado, tenemos que crear las condiciones para que los y las jóvenes guipuzcoanas puedan decidir sobre sus vidas, si quieren tener o no hijos, pero que tengan capacidad de decisión sobre sus vidas, porque ahora no la tienen.

"Para que el turismo sea bueno para todos y todas, tiene que ser sostenible"

¿Tasa turística sí o no?

–El turismo es una cuestión que nos tiene que llevar a una reflexión.

Usted es donostiarra, ¿cómo lo ve?

–Pues he visto a muchos donostiarras que estaban cansados y, no te voy a decir enfadados, pero sí agobiados. El turismo es el 5,2% de la economía guipuzcoana. No lo podemos desdeñar, pero también un elemento que nos puede servir para mostrar al mundo que tenemos una cultura, una lengua, que no solo somos pintxos, gastronomía, y playa. Para que el turismo sea bueno para todos y todas, tiene que ser sostenible y lo que no puede ser es que nuestras ciudades y pueblos se conviertan en una especie de Eurodisney o PortAventura.

¿Cómo ve de salud al euskera en Gipuzkoa?

–Es el territorio más euskaldun y en ese sentido, yo que vivo en euskera y lo amo, me satisface mucho, pero tenemos en la última encuesta sociolingüística vemos que hay más número de personas que saben euskera, pero que la utilización es menor. Y en este sentido creo que tenemos que crear espacios y arnasgunes.

Hay que proteger el euskera en las OPE?

–Nadie pone en duda que si uno va a Inglaterra a trabajar tiene que saber inglés. La justicia española ha decidido hacer una política lingüística por su cuenta. Yo creo que tenemos dos lenguas oficiales y las dos deberían estar como mínimo al mismo nivel y como no lo están, hay que empujar a la que más necesidad tiene. Creo que hay que hacer un trabajo de anticipación en este sentido; tenemos una ley del euskera que ya tiene unos años y que hay analizar si hay que cambiarla, sin ningún drama.

Aralar ha puesto sobre la mesa un conflicto entre ecologistas y el primer sector. ¿Qué opina de ello?

–El primer sector es importantísimo y más con la dependencia alimentaria que tenemos. Es un sector al que hay que ayudar desde las instituciones públicas. No podemos vaciar los pueblos y el primer sector tiene que ser el motor de esos pueblos. ¿Cómo llegar a un equilibrio? Sentido común.

¿Qué sería un buen resultado?

–23 (ríe). Sí, 23 (Bildu ganó las forales en 2011 con 22 y en 2019 logró 17) 

PERSONAL

¿Txoko guipuzcoano favorito?

Para mí, la plaza de Ondarreta en invierno.

Defíname brevemente a sus contricantes en estas elecciones.

No te voy a definir a las personas, porque representan unos proyectos políticoS que yo respeto y a esas personas, al máximo. En algunas cosas, no estaremos de acuerdo, pero de la misma forma que yo quiero que me respeten a mí desde mis ideales políticos y proyecto político, yo les respeto a ellos y ellas al máximo.