- Con la vista y la mente puesta en la mesa del diálogo con el Estado español, cuyo primer acto está previsto para esta misma semana, miles de personas (400.000 según la ANC y 103.000 según la Guardia Urbana) participaron ayer en la manifestación independentista convocada por la ANC en el centro de Barcelona, una marcha que arrancó a las 17.14 horas -hora simbólica que evoca el año 1714-, recuperando las movilizaciones que quedaron interrumpidas en 2020 por la pandemia.

Bajo el lema Luchemos y ganemos la independencia, la ANC convocó la manifestación de esta Diada, la primera desde los indultos a los presos del procés y en la que participó el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, aunque lo hizo a título personal. La ANC fletó más de 200 autocares hacia Barcelona, una cifra significativamente más baja que la de la movilización de 2019, en la que se llegó a los 1.300 autocares.

Entre los manifestantes, mayoritariamente con mascarilla, se pudieron ver carteles con lemas como “Queremos la independencia ahora”, “Govern, cumplid vuestro compromiso: culminar la independencia” o “La lucha de los 3.300 represaliados no es por el aeropuerto”, además de numerosas banderas “estelades”.

La manifestación de la Diada llegó en plena división interna en el independentismo sobre cómo encarar la mesa de diálogo con el Estado, que se reactiva la semana que viene. Mientras el president Pere Aragonès y su partido, ERC, la consideran una oportunidad de oro para plantear las reivindicaciones de amnistía y autodeterminación en un marco oficial y estable con el Gobierno de Pedro Sánchez, para JxCat y la CUP se trata de una pérdida de tiempo.

ERC y JxCat mostraron sus diferencias sobre el diálogo con el Estado minutos antes de que arrancara la manifestación, en sendas intervenciones en la plaza Cataluña de Barcelona, donde ERC llamó a aprovechar la “oportunidad” de la mesa de negociación mientras que JxCat se ha mostrado escéptica.

La portavoz de ERC, Marta Vilalta, emplazó al conjunto del independentismo a “sumar, ir todos a una” y aprovechar “todas las oportunidades”, incluida la mes de diálogo Estado-Generalitat.

En esta línea, la dirigente republicana urgió a “aprovechar y canalizar la fortaleza ciudadana hacia la mesa de negociación” entre la Generalitat y el Gobierno, que previsiblemente se reunirá la próxima semana, “para que se acabe de una vez por todas la represión”. Y agregó: “Las críticas siempre son bienvenidas, pero o nos unimos y vamos todos a una o no lo lograremos”.

Por su parte, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, afirmó que JxCat encara la mesa de diálogo “con el escepticismo más de siempre, quizás un poco más” tras el episodio de “unilateralidad” del Gobierno con la no inversión en el aeropuerto de El Prat-Barcelona, aunque ha señalado que a Junts “no le temblarán las piernas” para ir a la mesa.

Borràs recordó que el acuerdo de legislatura entre ERC y la CUP recoge “específicamente” el escepticismo de Junts” y ha acusado al PSOE de “boicotear” el diálogo”.

En cuanto a los convocantes, la portavoz de ANC, Elisenda Paluzie, instó al Govern a “dejar de mirar permanentemente al Estado esperando concesiones que no vendrán nunca”, y exhortó al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès: “President, haga la independencia”, parafraseando a la expresidenta de la ANC Carme Forcadell cuando, en vísperas de la consulta soberanista del 9N de 2014, reclamó a Artur Mas: “President, ponga las urnas”.

Paluzie apeló a la “unidad estratégica independentista” y aseguró que “cuando el movimiento independentista ha avanzado ha sido cuando la sociedad civil y las instituciones y partidos han tenido un proyecto político común y hemos caminado juntos”.

Por su parte, los CDR (Comités de Defensa de la República) se manifestaron exhibiendo una pancarta crítica con la mesa de diálogo y en la que se tacha a los miembros del Govern de “traidores”.

La jornada concluyó con incidentes frente a la Jefatura de Policía en Vía Laietana, protagonizadas por un millar de alboratadores y después de que la marcha hubiera dejado atrás la zona.

Derecho a decidir. La portavoz del PNV en el Senado, Estefanía Beltrán de Heredia, defendió ayer que Catalunya decida su futuro “de forma libre y democrática” y subrayó que el pueblo catalán, contará siempre “con el apoyo del PNV y con la solidaridad del pueblo vasco”. Beltrán de Heredia e Imanol Landa participaron en la ofrenda floral a Rafael Casanova junto a una delegación del PDeCAT encabezada por Àngels Chacón. Por su parte EH Bildu reclamó “una salida democrática” a la reivindicación “legítima por el derecho de autodeterminación. La delegación soberanista la integraron la portavoz del parlamento navarro, Bakartxo Ruiz; el director general, Garikoitz Mujika; y el adjunto al director de Internacional, Igor Zulaika.